10/02/2020, 23:49
El anciano simplemente tomó a la niña en brazos y la cargó, cruzó la puerta por dónde la niña se había asomado y desapareció rápidamente luego de que Etsu se había dado la vuelta para salir de la casa del médico.
Rao escuchó a Etsu y este de pronto se llevó la palma a la cara, aunque no era fácil saber si era por la vergüenza o por su presión que empezaba a descender. El rojo y el blancuzco se peleaban por apoderarse de lo que era su rostro. El pobre caminaba un poco errático mientras regresaban a la casa.
—Dios, perdón Etsu... — se disculpó mientras agachaba algo la cara. —La arruiné, lo siento... Los nervios me están traicionando— Y no sólo eso, puesto que parecía caminar un tanto más lento de lo habitual. Ciertamente, se estaba forzando mucho más de lo indicado, pero si antes el médico no quería prestarles ayuda, mucho menos ahora.
—Sólo necesito, descansar, un poco — Ya estando frente a la casa, Rao se agachó sobre sus propias pantorrillas, enfrente de la puerta de la casa. —Yo iré a descansar, haz lo que tengas que hacer, pero no estoy para más emociones fuertes en un día — Hizo de tripas corazón para levantarse nuevamente y aún con su cara pálida se animó cruzar el umbral de la puerta.
El sol de la mañana ahora era más visible, y el cantar de los gallos a la lejanía así lo anunciaba.
Rao escuchó a Etsu y este de pronto se llevó la palma a la cara, aunque no era fácil saber si era por la vergüenza o por su presión que empezaba a descender. El rojo y el blancuzco se peleaban por apoderarse de lo que era su rostro. El pobre caminaba un poco errático mientras regresaban a la casa.
—Dios, perdón Etsu... — se disculpó mientras agachaba algo la cara. —La arruiné, lo siento... Los nervios me están traicionando— Y no sólo eso, puesto que parecía caminar un tanto más lento de lo habitual. Ciertamente, se estaba forzando mucho más de lo indicado, pero si antes el médico no quería prestarles ayuda, mucho menos ahora.
—Sólo necesito, descansar, un poco — Ya estando frente a la casa, Rao se agachó sobre sus propias pantorrillas, enfrente de la puerta de la casa. —Yo iré a descansar, haz lo que tengas que hacer, pero no estoy para más emociones fuertes en un día — Hizo de tripas corazón para levantarse nuevamente y aún con su cara pálida se animó cruzar el umbral de la puerta.
El sol de la mañana ahora era más visible, y el cantar de los gallos a la lejanía así lo anunciaba.
![[Imagen: 7FT8VMk.gif]](https://i.imgur.com/7FT8VMk.gif)
