11/02/2020, 18:47
—Pues sí, mucho mejor. Sígueme.
La Uzumaki asintió, siguiendo al Sasaki hasta la parte posterior de la zona de trabajo, donde pudo visualizar otros tres edificios. «Al parecer la forja les va bien...» Se atrevió a pensar, muda por todo lo que podían poseer los Sasaki. Lo que más le gustó, sin duda, fue el jardín, dividido por un camino empedrado que separaba la zona donde estaba la forja con lo que probablemente sería el hogar de la familia.
—¿Es la primera vez que vienes verdad? En fin, el edificio mas grande es mi casa.— De Eri recibiría un asentimiento, todavía emmudecida por todo lo que la rodeaba, mirando directamente el edificio que señalaba el muchacho. Era increíble como desconocía tanto de una zona tan grande. Y la casa, ¡qué casa! ¡Si parecía una maldita mansión! —El otro mas pequeño es una casa para invitados, y por último esta el dojo, que es donde suelo entrenar, por eso hay de todo.
«Que tienen una casa más pequeña para invitados, me cago en todo... Y yo que tengo que apretarme cuando vienen mis dos hermanos.» Pensó la Uzumaki sin saber qué contestar más que con admiración y algo de envidia. ¡Ojalá ella viviera en un sitio así!
Cuando el camino se dividió en dos, Eri entendió que poco a poco se acercaban a su destino, pero de verdad que estaba anonadada con el espacio y todo lo que los Sasaki tenían en su posesión. «Años de trabajo...» Se dijo.
—A mi padre le encantan estos peces... Dice que cuando se retire se dedicara a darles de comer, pero ahora mismo hace todo el trabajo el jardinero.
—Seguro que es relajante —añadió ella, aunque su pensamiento a veces se iba de nuevo a los edificios que la rodeaban. Claro que el estanque llamó su atención. «¿Cuánto pagarán al jardinero?»
La Uzumaki asintió, siguiendo al Sasaki hasta la parte posterior de la zona de trabajo, donde pudo visualizar otros tres edificios. «Al parecer la forja les va bien...» Se atrevió a pensar, muda por todo lo que podían poseer los Sasaki. Lo que más le gustó, sin duda, fue el jardín, dividido por un camino empedrado que separaba la zona donde estaba la forja con lo que probablemente sería el hogar de la familia.
—¿Es la primera vez que vienes verdad? En fin, el edificio mas grande es mi casa.— De Eri recibiría un asentimiento, todavía emmudecida por todo lo que la rodeaba, mirando directamente el edificio que señalaba el muchacho. Era increíble como desconocía tanto de una zona tan grande. Y la casa, ¡qué casa! ¡Si parecía una maldita mansión! —El otro mas pequeño es una casa para invitados, y por último esta el dojo, que es donde suelo entrenar, por eso hay de todo.
«Que tienen una casa más pequeña para invitados, me cago en todo... Y yo que tengo que apretarme cuando vienen mis dos hermanos.» Pensó la Uzumaki sin saber qué contestar más que con admiración y algo de envidia. ¡Ojalá ella viviera en un sitio así!
Cuando el camino se dividió en dos, Eri entendió que poco a poco se acercaban a su destino, pero de verdad que estaba anonadada con el espacio y todo lo que los Sasaki tenían en su posesión. «Años de trabajo...» Se dijo.
—A mi padre le encantan estos peces... Dice que cuando se retire se dedicara a darles de comer, pero ahora mismo hace todo el trabajo el jardinero.
—Seguro que es relajante —añadió ella, aunque su pensamiento a veces se iba de nuevo a los edificios que la rodeaban. Claro que el estanque llamó su atención. «¿Cuánto pagarán al jardinero?»
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)