11/02/2020, 23:54
Un estallido de un chakra cegador hasta para su Byakugan había derribado tanto a Daruu como a su sensei en direcciones opuestas. Mientras se reincorporaba, Daruu no podía creer lo que estaba viendo. Una quimera gigante con cuerpo de gorila, melena de león y rostro y cola de cocodrilo lanzaba un grito grave que retumbaba por todo el golpe. Cuando el Hyūga se fijó bien...
—¡¡Tiene cuatro colas!! —le gritó a Kōri—. No puede ser... ¿¡es un bijū!? —El tipo de chakra era inconfundible. Daruu había sentido algo similar, aunque bastante más intenso, las veces que Ayame había perdido el control, y también cuando había luchado contra Kokuō en el País del Agua. No obstante, tenía poco chakra. Demasiado poco chakra para ser un bijū. ¿Entonces?
El cocodrilo pareció fijarse en él, y abrió sus fauces. Una gran cantidad de energía comenzó a acumularse en una pequeña esfera oscura...
»Oh, no. Oh, no, no, no...
—¡¡Tiene cuatro colas!! —le gritó a Kōri—. No puede ser... ¿¡es un bijū!? —El tipo de chakra era inconfundible. Daruu había sentido algo similar, aunque bastante más intenso, las veces que Ayame había perdido el control, y también cuando había luchado contra Kokuō en el País del Agua. No obstante, tenía poco chakra. Demasiado poco chakra para ser un bijū. ¿Entonces?
El cocodrilo pareció fijarse en él, y abrió sus fauces. Una gran cantidad de energía comenzó a acumularse en una pequeña esfera oscura...
»Oh, no. Oh, no, no, no...