12/02/2020, 00:52
Reiji no era de peces, aunque su padre quisiera pasarse su vida dándoles de comer. Era algo aburrido si preguntaban a la pelirroja, relajante, pero aburrido. Aunque no podría quejarse si la pagaran solo haciendo ese trabajo.
Pero pronto la sacó de aquellos pensamientos haciendo alusión a un tema que no solía tocar a menudo.
—Hacía mucho que no nos veíamos, tampoco a Nabi, desde la fiesta en casa de Datsue con aquel desastroso final.
A Nabi no lo veía desde que había partido en la búsqueda de uno de los principales personajes que ocupaba el libro bingo: Uchiha Akame. Habían dado por finalizada su efímera relación y él se dedicó a cuidar y entrenar a los próximos perros Inuzuka retirándose así de la vida shinobi por no hacerse del todo a aquel ajetreo.
—¿Que ha sido de tu vida todo este tiempo?
—Poco puedo decir sobre mí, la verdad... —admitió mientras se encogía de hombros—. Nabi se retiró, ahora se dedica a cuidar y recoger perros heridos para entrenarlos, es bastante feliz— «Espero...» —. Él y yo salimos durante un tiempo, pero no duró mucho. —Pasó aquel trago rápido, de forma indolora para ella y esperó que él no se interesase demasiado por ese tema para pasar a otro más interesante—. Luego me marché en busca de Uchiha Akame, pues no estaba muerto... Pero mis esfuerzos fueron algo vanos, ya que regresé con mis manos vacías, así que ahora estoy entrenando más que nunca para poder volver a intentar cumplir mi misión —terminó, sin ahondar en detalles.
Se metió las manos en los bolsillos, la verdad es que decir todo aquello en voz alta parecía incluso peor de lo que ella imaginaba. No había logrado nada en su vida, solo pudiendo estar orgullosa por salvar a Ayame de una posible muerte de no haber sido por su contrasellado. Suspiró, esperaba que todo fuera a mejor a partir de ese momento.
—¿Y tú, Reiji-kun? —preguntó, interesándose ahora por su vida. No había visto tampoco a Sakura—. ¿Qué ha sido de ti en este tiempo? ¿Y Sakura? —preguntó, inocente, sin saber el motivo de por qué no estaba ahí.
Pero pronto la sacó de aquellos pensamientos haciendo alusión a un tema que no solía tocar a menudo.
—Hacía mucho que no nos veíamos, tampoco a Nabi, desde la fiesta en casa de Datsue con aquel desastroso final.
A Nabi no lo veía desde que había partido en la búsqueda de uno de los principales personajes que ocupaba el libro bingo: Uchiha Akame. Habían dado por finalizada su efímera relación y él se dedicó a cuidar y entrenar a los próximos perros Inuzuka retirándose así de la vida shinobi por no hacerse del todo a aquel ajetreo.
—¿Que ha sido de tu vida todo este tiempo?
—Poco puedo decir sobre mí, la verdad... —admitió mientras se encogía de hombros—. Nabi se retiró, ahora se dedica a cuidar y recoger perros heridos para entrenarlos, es bastante feliz— «Espero...» —. Él y yo salimos durante un tiempo, pero no duró mucho. —Pasó aquel trago rápido, de forma indolora para ella y esperó que él no se interesase demasiado por ese tema para pasar a otro más interesante—. Luego me marché en busca de Uchiha Akame, pues no estaba muerto... Pero mis esfuerzos fueron algo vanos, ya que regresé con mis manos vacías, así que ahora estoy entrenando más que nunca para poder volver a intentar cumplir mi misión —terminó, sin ahondar en detalles.
Se metió las manos en los bolsillos, la verdad es que decir todo aquello en voz alta parecía incluso peor de lo que ella imaginaba. No había logrado nada en su vida, solo pudiendo estar orgullosa por salvar a Ayame de una posible muerte de no haber sido por su contrasellado. Suspiró, esperaba que todo fuera a mejor a partir de ese momento.
—¿Y tú, Reiji-kun? —preguntó, interesándose ahora por su vida. No había visto tampoco a Sakura—. ¿Qué ha sido de ti en este tiempo? ¿Y Sakura? —preguntó, inocente, sin saber el motivo de por qué no estaba ahí.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)