12/02/2020, 17:22
—El Valle del Fin… N-no sé exactamente dónde está eso, Daigo-san. Y-y sí, regresaré a los Dojos. ¡C-con gusto los acompañaré!
Hana se contentaba con salir del bosque y encontrar un señor camino hecho y derecho como Shiona-sama manda. No es que no le gustase el bosque, se pasaría días enteros en el bosque sin pensar en su villa, en su tutor ni en sus responsabilidades. Por desgracia, no podía desaparecer durante semanas sin dar ninguna explicación. Así que tarde o temprano tendría que volver a la villa.
—D-disculpe, señorita. Ahm… L-lo siento, no sé su nombre. Ehm… Esto…. E-e-es… Veo que es de… ahm… Uz-Uzush… Uzushiogakure. Ahm… C-c-conoce… Ejem…. ¿Conoce a la kunoichi Aburame Mei-san?
La pobre Ranko estaba al borde del colapso. Hana no pudo evitar sonreirle de forma afable, intentando tranquilizarla. Todo eso después de darse cuenta de que no se había presentado, no es que la kusajin hubiese aparecido después de que ella le dijese a Daigo su nombre, es que no lo había hecho en ningún momento. Sin embargo, el nerviosismo de Ranko actuaba sobre Hana teniendo el efecto contrario.
— Disculpa que no me haya presentado, Himura Hana, Genin de Uzushiogakure, encantada de conoceros, Ranko, Daigo. Espero que tengamos un paseo tranquilo. — comentó haciendo una leve reverencia a cada uno
Lo cierto era que la rubia tenía más o menos la misma idea que Daigo sobre la kunoichi que Ranko buscaba.
— Siento no poder ayudarte, Ranko-san, pero no conozco a ninguna Aburame ni ninguna Mei. Tampoco es que sea la genin más experimentada del mundo, osea que tal vez aún no me la he cruzado. De hecho, hace poco que me gradué. — confesó rascándose la nuca con algo de vergüenza.
Hana se contentaba con salir del bosque y encontrar un señor camino hecho y derecho como Shiona-sama manda. No es que no le gustase el bosque, se pasaría días enteros en el bosque sin pensar en su villa, en su tutor ni en sus responsabilidades. Por desgracia, no podía desaparecer durante semanas sin dar ninguna explicación. Así que tarde o temprano tendría que volver a la villa.
—D-disculpe, señorita. Ahm… L-lo siento, no sé su nombre. Ehm… Esto…. E-e-es… Veo que es de… ahm… Uz-Uzush… Uzushiogakure. Ahm… C-c-conoce… Ejem…. ¿Conoce a la kunoichi Aburame Mei-san?
La pobre Ranko estaba al borde del colapso. Hana no pudo evitar sonreirle de forma afable, intentando tranquilizarla. Todo eso después de darse cuenta de que no se había presentado, no es que la kusajin hubiese aparecido después de que ella le dijese a Daigo su nombre, es que no lo había hecho en ningún momento. Sin embargo, el nerviosismo de Ranko actuaba sobre Hana teniendo el efecto contrario.
— Disculpa que no me haya presentado, Himura Hana, Genin de Uzushiogakure, encantada de conoceros, Ranko, Daigo. Espero que tengamos un paseo tranquilo. — comentó haciendo una leve reverencia a cada uno
Lo cierto era que la rubia tenía más o menos la misma idea que Daigo sobre la kunoichi que Ranko buscaba.
— Siento no poder ayudarte, Ranko-san, pero no conozco a ninguna Aburame ni ninguna Mei. Tampoco es que sea la genin más experimentada del mundo, osea que tal vez aún no me la he cruzado. De hecho, hace poco que me gradué. — confesó rascándose la nuca con algo de vergüenza.