13/02/2020, 20:15
(Última modificación: 13/02/2020, 20:51 por Uchiha Akame. Editado 1 vez en total.)
Akame masticó aquellas palabras. Si bien duras en un principio, no pudo negar que tenían un regusto a verdad. La filosofía de Kurama le hizo revolverse en el sitio un momento, atribulado por su una clara certeza: no carecían de cierto sentido.
—Así que Rikudō Sennin puso el destino del mundo a vuestro gobierno? ¿Cómo es posible, entonces, que nos diera también las herramientas para manteneros presos? —inquirió. No en vano él mismo había sido jinchūriki—. Vuestro chakra es inmenso, sí, y soy conocedor del poder destructivo de una bijūdama. Pero también he visto a otros ninjas realizar proezas semejantes.
Akame avanzó un paso por primera vez.
—No os negaré que vuestras palabras están cargadas de certeza y que vuestra filosofía se acomoda bien al esquema de nuestras creencias. El pueblo de Ōnindo lleva practicando su credo desde mucho antes de que yo naciera, pero hasta ahora nunca había conocido a una criatura capaz de atribuirse los dones de un dios —admitió el Uchiha—. Sin embargo, para convertir a un creyente hacen falta más que palabras. Yo pido una prueba de fe.
—Así que Rikudō Sennin puso el destino del mundo a vuestro gobierno? ¿Cómo es posible, entonces, que nos diera también las herramientas para manteneros presos? —inquirió. No en vano él mismo había sido jinchūriki—. Vuestro chakra es inmenso, sí, y soy conocedor del poder destructivo de una bijūdama. Pero también he visto a otros ninjas realizar proezas semejantes.
Akame avanzó un paso por primera vez.
—No os negaré que vuestras palabras están cargadas de certeza y que vuestra filosofía se acomoda bien al esquema de nuestras creencias. El pueblo de Ōnindo lleva practicando su credo desde mucho antes de que yo naciera, pero hasta ahora nunca había conocido a una criatura capaz de atribuirse los dones de un dios —admitió el Uchiha—. Sin embargo, para convertir a un creyente hacen falta más que palabras. Yo pido una prueba de fe.