13/02/2020, 21:17
—Jeh. —Kurama se dio la vuelta y se dirigió de nuevo hacia el trono, a paso lento—. Ha habido gente entre mis filas que mostraban el mismo escepticismo que tú, Akame-kun. Te podría decir muchas cosas, entre otras, que no necesito poder crear vida para gobernar sobre ella. —Giró el rostro para mirarle de reojo—. ¿Puede acaso un Kage crear vida? ¿La nación más grande y más poderosa puede crear vida? Y aún así gobiernan, ¿no? Lo que yo propongo es muy simple: somos los seres más poderosos que pueden caminar sobre la tierra: nosotros tenemos el derecho legítimo a gobernar sobre otras formas de vida inferiores.
»Tenía curiosidad por ti, Akame. Ese es el motivo de nuestro encuentro. Pero de paso, enviarás un mensaje a tus amos: os someteréis a mi Imperio o caeréis como las Villas. Como todos los demás. Y para responder a tu prueba de fe...
Chasqueó el dedo.
»Un ninja como tú podrá apañárselas, estoy seguro.
Kurama desapareció en una nube de humo y a espaldas de Akame sonó un estruendo gutural, terrible, que hizo retumbar las paredes del castillo y balancearse la lámpara de araña roñosa que colgaba del techo. Tras él, a una distancia aproximada de cinco metros, se alzaba un enorme...
...dragón rojo de tres cabezas y seis colas. O sin duda una quimera similar a un dragón occidental, con la piel escamada carmesí, las caras de un lagarto y unas alas de murciélago enorme. La bestia aleteó tratando de alzar el vuelo, pero a todas luces las membranas no tenían la suficiente fuerza para levantarlo.
El monstruo rugió con fuerza, dio un salto, y trató de darle una dentellada horizontal al Uchiha por su izquierda.
»Tenía curiosidad por ti, Akame. Ese es el motivo de nuestro encuentro. Pero de paso, enviarás un mensaje a tus amos: os someteréis a mi Imperio o caeréis como las Villas. Como todos los demás. Y para responder a tu prueba de fe...
Chasqueó el dedo.
»Un ninja como tú podrá apañárselas, estoy seguro.
¡Puff!
¡¡GROOOOOOOOOOOOAAAAAAAAAAAAAAARGGG!!
Kurama desapareció en una nube de humo y a espaldas de Akame sonó un estruendo gutural, terrible, que hizo retumbar las paredes del castillo y balancearse la lámpara de araña roñosa que colgaba del techo. Tras él, a una distancia aproximada de cinco metros, se alzaba un enorme...
...dragón rojo de tres cabezas y seis colas. O sin duda una quimera similar a un dragón occidental, con la piel escamada carmesí, las caras de un lagarto y unas alas de murciélago enorme. La bestia aleteó tratando de alzar el vuelo, pero a todas luces las membranas no tenían la suficiente fuerza para levantarlo.
El monstruo rugió con fuerza, dio un salto, y trató de darle una dentellada horizontal al Uchiha por su izquierda.
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