13/02/2020, 23:27
La hoja se clavó en las fauces de las bestias, cerrándolas de golpe y disipando en el aire aquella escalofriante energía antes de que se convirtiera en la destructiva bomba que todos conocían. Pero el monstruo había sufrido daño con aquel ataque, y comenzó a revolverse y agitarse desesperadamente. Kōri se mantenía sujeto a la bestia, con el cuerpo agachado y utilizando el chakra para adherirse a su cuello. Pero había que acabar con aquello, y eso era algo que ambos shinobi sabían.
—¡Salta, sensei! —La voz de Daruu le devolvió a la realidad.
Kōri abandonó la espada, aún clavada en las fauces del monstruo, y se impulsó para saltar justo en el momento en el que un enorme chorro de agua con forma de dragón de agua engullía a la extraña criatura, que chilló, agonizante.
—¡Remátalo!
Pero Kōri no habría necesitado que se lo dijeran. Se había lanzado hacia delante y su mano diestra, con el índice y corazón extendidos, estaban recubierta por una capa de viento que ondeaba en torno a sus dedos. El jōnin, con un rápido movimiento del brazo, dibujó un arco en dirección a la bestia, lanzando una onda de viento tan afilada como el filo de una katana contra su cuerpo.
—¡Salta, sensei! —La voz de Daruu le devolvió a la realidad.
Kōri abandonó la espada, aún clavada en las fauces del monstruo, y se impulsó para saltar justo en el momento en el que un enorme chorro de agua con forma de dragón de agua engullía a la extraña criatura, que chilló, agonizante.
—¡Remátalo!
Pero Kōri no habría necesitado que se lo dijeran. Se había lanzado hacia delante y su mano diestra, con el índice y corazón extendidos, estaban recubierta por una capa de viento que ondeaba en torno a sus dedos. El jōnin, con un rápido movimiento del brazo, dibujó un arco en dirección a la bestia, lanzando una onda de viento tan afilada como el filo de una katana contra su cuerpo.