16/02/2020, 01:09
El rostro de Zōzei era un poema. Un poema muy básico, eso sí. Lo cierto es que mientras su compañero Rōga recitaba aquél manjar de menúes, su estómago habían empezado a rechistar. Las tripas le sonaron.
—¿Eso responde a tu pregunta? —bromeó—. ¡Mira, Rōga-kun! suena bien, coño, suena bien. Aunque recuerda, lo más importante—según Kurozuchi-sensei—. es mantener a Hibana bien alimentado. ¡Nosotros podemos apa... —grggrssssgrrssss—. apañarnos. Jeje.
—¿Eso responde a tu pregunta? —bromeó—. ¡Mira, Rōga-kun! suena bien, coño, suena bien. Aunque recuerda, lo más importante—según Kurozuchi-sensei—. es mantener a Hibana bien alimentado. ¡Nosotros podemos apa... —grggrssssgrrssss—. apañarnos. Jeje.