16/02/2020, 22:06
Los dientes del dragón rozaron a Akame, rasgándole la ropa, pero sin conseguir herirle. Las zarpas de aquél monstruo hindieron en el suelo, resquebrajándolo. Corrió hacia el Uchiha, y entonces, se detuvo en seco. El pseudo-bijū dio con una mirada hipnótica con forma de espiral que pronto se reflejó en los ojos de las tres cabezas. Embobado y babeando, la criatura bajó las dos de los laterales. La tercera permaneció atenta a Akame. Recibió sus órdenes. Era incapaz de comprender el lenguaje humano, sin embargo, el poder de aquellos ojos iba mucho más allá de la humanidad. Por eso tenían un coste. Pero por eso, también, tenían un resultado.
El dragón giró el cuello todo lo que pudo, apuntándose a la barriga, y comenzó a cargar una esfera de chakra blanco y negro que se hizo cada vez más y más y más grande. La energía rozó la tripa del animal y comenzó a desgarrarlo, pero aún así siguió cargando más chakra, más chakra, más chakra.
Y luego, disparó.
La explosión fue brutal. Engulló a Akame, engulló al trono de piedra, engulló la lámpara de araña, los pilares, las paredes y lo que había más allá. Engulló a las armaduras incompletas y viejas de los samurái que poblaban aquellas ruinas abandonadas. El destello se vio desde Los Herreros, donde muchos artesanos dejaron su oficio de lado un momento para sumirse al pánico en lo desconocido. El temblor pudo sentirse en Yamiria, e incluso en Uzushiogakure. Un tren que circulaba por unas vías cercanas descarriló y murieron al menos veinte personas.
Y aquél sitio dejaría de ser conocido por lo que fue.
El dragón giró el cuello todo lo que pudo, apuntándose a la barriga, y comenzó a cargar una esfera de chakra blanco y negro que se hizo cada vez más y más y más grande. La energía rozó la tripa del animal y comenzó a desgarrarlo, pero aún así siguió cargando más chakra, más chakra, más chakra.
Y luego, disparó.
La explosión fue brutal. Engulló a Akame, engulló al trono de piedra, engulló la lámpara de araña, los pilares, las paredes y lo que había más allá. Engulló a las armaduras incompletas y viejas de los samurái que poblaban aquellas ruinas abandonadas. El destello se vio desde Los Herreros, donde muchos artesanos dejaron su oficio de lado un momento para sumirse al pánico en lo desconocido. El temblor pudo sentirse en Yamiria, e incluso en Uzushiogakure. Un tren que circulaba por unas vías cercanas descarriló y murieron al menos veinte personas.
Y aquél sitio dejaría de ser conocido por lo que fue.
![[Imagen: MsR3sea.png]](https://i.imgur.com/MsR3sea.png)
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