17/02/2020, 01:29
«No» —estaba equivocado—. «no quiere arrancarla»
Estaba activando algo. Y nunca iba a saber el qué.
«Joder, Ryū... qué mierda es esto»
Un rastro de hilos carmesíes danzaron dentro del hielo, formando la silueta de una mujer. Pero a quién se pareciese no importaba. Lo que realmente caló hondo en Umikiba Kaido fue la voz. Una voz que provino del todo y la nada al mismo tiempo. De adentro y de afuera del hielo. Era como si el mismísimo Palacio del Hielo le estuviese hablando a ellos, si es que eso era posible.
Posible. Una palabra muy curiosa en estos tiempos.
—Sabía que volverías. Y esta vez con otro invitado. ¿Harás lo mismo que la última vez?
—Eh... ¿Ryū?
Estaba activando algo. Y nunca iba a saber el qué.
«Joder, Ryū... qué mierda es esto»
Un rastro de hilos carmesíes danzaron dentro del hielo, formando la silueta de una mujer. Pero a quién se pareciese no importaba. Lo que realmente caló hondo en Umikiba Kaido fue la voz. Una voz que provino del todo y la nada al mismo tiempo. De adentro y de afuera del hielo. Era como si el mismísimo Palacio del Hielo le estuviese hablando a ellos, si es que eso era posible.
Posible. Una palabra muy curiosa en estos tiempos.
—Sabía que volverías. Y esta vez con otro invitado. ¿Harás lo mismo que la última vez?
—Eh... ¿Ryū?