17/02/2020, 01:39
(Última modificación: 17/02/2020, 01:41 por Uchiha Datsue. Editado 1 vez en total.)
Los orbes verdes de Ryū se posaron en Kaido, como la zarpa de un tigre podía posarse en su presa. Le mantuvo la mirada por unos largos segundos, habiendo soltado ya la empuñadura del mandoble.
Solo dijo una cosa:
—No dejes que sus palabras te confundan.
El espíritu —o lo que sea que fuese aquella figura femenina hecha de sangre— rio, y su carcajada era tan alegre como el aullido de un moribundo.
—Oh, chico. Yo no confundo a nadie, solo doy hechos. Mira al hombre que estoy atravesando, para empezar. Él lo mató. Y contigo hará lo mismo —rio—. Oh, sí lo hará.
Solo dijo una cosa:
—No dejes que sus palabras te confundan.
El espíritu —o lo que sea que fuese aquella figura femenina hecha de sangre— rio, y su carcajada era tan alegre como el aullido de un moribundo.
—Oh, chico. Yo no confundo a nadie, solo doy hechos. Mira al hombre que estoy atravesando, para empezar. Él lo mató. Y contigo hará lo mismo —rio—. Oh, sí lo hará.
![[Imagen: S0pafJH.png]](https://imgfz.com/i/thumbnail/S0pafJH.png)