17/02/2020, 22:13
—A ver… ¿Quién te mando? ¿Cual es tu objetivo? Habla. —Exigió la señora que le había atacado en la caseta mientras le pinchaba en la cara con una rama.
Lo que le faltaba, ahora se pensaban que era un ladrón que venía a finalizar lo que por la mañana no pudieron hacer. Solo esperaba que Tamayo apareciera cuanto antes para resolver este malentendido.
—¡Auch! Un poco más de cuidado por favor. —Replicó, para luego dirigir una mirada firme y confiada a su captora. —No me manda nadie, es lo que te quería explicar antes de que me lanzaras aquella aguja. Soy un genin de Uzushiogakure y ayudé a Tamayo-san esta mañana a derrotar y capturar a los ladrones que intentaban robar la caja que ella transportaba. Luego le acompañé hasta aquí por si volvían a intentar atracarla y me invitó a entrar para agradecerme su ayuda. Si no me cree traedla aquí, ella os podrá afirmar esto; y si no os fiáis podéis hablar con los guardias que me estuvieron tomando declaración todo el día. —Finalizó chasqueando la lengua.
Tal vez, y sólo tal vez, se había puesto un poco borde, pero es que el recibimiento que le habían dado no era lo más agradable que había experimentado en su vida.
Lo que le faltaba, ahora se pensaban que era un ladrón que venía a finalizar lo que por la mañana no pudieron hacer. Solo esperaba que Tamayo apareciera cuanto antes para resolver este malentendido.
—¡Auch! Un poco más de cuidado por favor. —Replicó, para luego dirigir una mirada firme y confiada a su captora. —No me manda nadie, es lo que te quería explicar antes de que me lanzaras aquella aguja. Soy un genin de Uzushiogakure y ayudé a Tamayo-san esta mañana a derrotar y capturar a los ladrones que intentaban robar la caja que ella transportaba. Luego le acompañé hasta aquí por si volvían a intentar atracarla y me invitó a entrar para agradecerme su ayuda. Si no me cree traedla aquí, ella os podrá afirmar esto; y si no os fiáis podéis hablar con los guardias que me estuvieron tomando declaración todo el día. —Finalizó chasqueando la lengua.
Tal vez, y sólo tal vez, se había puesto un poco borde, pero es que el recibimiento que le habían dado no era lo más agradable que había experimentado en su vida.