18/02/2020, 12:51
—Están genial los bocetos, Reiji-san, ¿dónde aprendiste a dibujar?
—Gracias. Tuve mucho tiempo en la academia.
Aunque no lo recordaba como algo especialmente bueno. Empecé a dibujar por que estaba bastante solo y no tenia nada mejor que hacer, dibujaba objetos, por que ninguna de las personas a las que veía me caía lo suficientemente bien como para hacer un dibujo suyo. Al final, termine dibujando solamente armas, lo que me vino bastante bien.
También recordé lo que aquéllos idiotas le hacían a mi libreta de dibujo. Me la quitaban y la usaban para practicar su ninjutsu. La quemaban con Katon o la enterraban con doton, también la empapaban con suiton o la hacían pedazos con fuuton. Quizás esa era otra de las razones por las que únicamente dibujaba armas u objetos cotidianos, como flores o muebles.
—Este —Por suerte la voz de Eri me trajo de vuelta de aquellos recuerdos tan... agridulces.—. Creo que es el que más pega conmigo, aunque todos están genial, me lo has puesto difícil.
—¡Perfecto! Ese también es mi favorito, encaja bastante bien contigo.
Me tomaba mi trabajo bastante en serio. Sobretodo por que aunque me lo hubiesen encargado a mí, mi padre no iba a tolerar que algo por debajo de su estándar de perfección llevase el nombre de los Sasaki. Pero también me apasionaba lo que hacía.
—Tardaré como unas dos semanas mas o menos en tenerlo listo. ¿Quieres pasar y tomar un té o algo?
En realidad en cuanto se fuera volvería al trabajo. O mejor dicho, lo empezaría. Pero como se trataba de una amiga, tenía que ser cortes e invitarla. Mi madre apreciaba bastante el tema de los modales.
—Gracias. Tuve mucho tiempo en la academia.
Aunque no lo recordaba como algo especialmente bueno. Empecé a dibujar por que estaba bastante solo y no tenia nada mejor que hacer, dibujaba objetos, por que ninguna de las personas a las que veía me caía lo suficientemente bien como para hacer un dibujo suyo. Al final, termine dibujando solamente armas, lo que me vino bastante bien.
También recordé lo que aquéllos idiotas le hacían a mi libreta de dibujo. Me la quitaban y la usaban para practicar su ninjutsu. La quemaban con Katon o la enterraban con doton, también la empapaban con suiton o la hacían pedazos con fuuton. Quizás esa era otra de las razones por las que únicamente dibujaba armas u objetos cotidianos, como flores o muebles.
—Este —Por suerte la voz de Eri me trajo de vuelta de aquellos recuerdos tan... agridulces.—. Creo que es el que más pega conmigo, aunque todos están genial, me lo has puesto difícil.
—¡Perfecto! Ese también es mi favorito, encaja bastante bien contigo.
Me tomaba mi trabajo bastante en serio. Sobretodo por que aunque me lo hubiesen encargado a mí, mi padre no iba a tolerar que algo por debajo de su estándar de perfección llevase el nombre de los Sasaki. Pero también me apasionaba lo que hacía.
—Tardaré como unas dos semanas mas o menos en tenerlo listo. ¿Quieres pasar y tomar un té o algo?
En realidad en cuanto se fuera volvería al trabajo. O mejor dicho, lo empezaría. Pero como se trataba de una amiga, tenía que ser cortes e invitarla. Mi madre apreciaba bastante el tema de los modales.