19/02/2020, 00:51
(Última modificación: 19/02/2020, 00:52 por Uzumaki Eri.)
Reiji negó la necesidad de volver inmediatamente al trabajo, alegando que, al estar atendiendo a uno de los clientes, no pasaba nada por mantenerse ausente de la forja. También, al encontrarse su padre y otra empleada, podían llevarlo como normalmente lo hacían, así que Eri no objetó más en el asunto.
—Sígueme, esto a veces es un poco laberíntico.
La kunoichi asintió, siguiéndole fuera del Dojo sin ningún percance, cruzando el jardín por el que habían venido hasta que una cara familiar apareció en escena, arrancando una pequeña sonrisa en la Uzumaki.
—Buenos días, Eri-san.
—Buenos días, Sakura-san —saludó de vuelta, haciendo una leve inclinación de cabeza hacia la muchacha.
Pero a Reiji no le dedicó más que una mirada difícil de interpretar, dejándolo con la palabra en la boca sobre la razón de su visita. Lo miró sin entender del todo qué ocurría allí, hasta que escuchó como el Sasaki suspiraba con cansancio.
—No le des mucha importancia... Supongo que es lo normal cuando se rompe una relación.
—¡Oh! ¿Sakura-san y tú...? —se sorprendió, atando pequeños cabos sueltos en su cabeza—. Lo siento mucho, deben estar pasándolo mal... Vaya.
No sabía muy bien qué decir en aquella situación, pues, aunque ella había pasado por una ruptura no hacía mucho, no conocía qué razones tenían ambos para terminar con la suya. Sea cual fuese.
—Sígueme, esto a veces es un poco laberíntico.
La kunoichi asintió, siguiéndole fuera del Dojo sin ningún percance, cruzando el jardín por el que habían venido hasta que una cara familiar apareció en escena, arrancando una pequeña sonrisa en la Uzumaki.
—Buenos días, Eri-san.
—Buenos días, Sakura-san —saludó de vuelta, haciendo una leve inclinación de cabeza hacia la muchacha.
Pero a Reiji no le dedicó más que una mirada difícil de interpretar, dejándolo con la palabra en la boca sobre la razón de su visita. Lo miró sin entender del todo qué ocurría allí, hasta que escuchó como el Sasaki suspiraba con cansancio.
—No le des mucha importancia... Supongo que es lo normal cuando se rompe una relación.
—¡Oh! ¿Sakura-san y tú...? —se sorprendió, atando pequeños cabos sueltos en su cabeza—. Lo siento mucho, deben estar pasándolo mal... Vaya.
No sabía muy bien qué decir en aquella situación, pues, aunque ella había pasado por una ruptura no hacía mucho, no conocía qué razones tenían ambos para terminar con la suya. Sea cual fuese.