19/02/2020, 21:31
(Última modificación: 20/02/2020, 20:35 por Taka Kisame. Editado 2 veces en total.)
Por primera vez había pasado. Su mapache nunca se había negado a seguir un rastro. Jamás. Siempre había sido rápido y eficiente y más aún cuando se le da algo tan evidente como un amasijo de pelos. El pelinegro estaba asustado, y aunque no quisiera reconocerlo tenía miedo. ¿Qué había podido ser? ¿Qué era lo que había asustado tanto al mapache? Le inundaron pensamientos, no lo entendía. Alzó la vista para señalar a donde su compañera miraba, pero ya no había nada, solo unos arbustos moviéndose, quizás por el viento, o no. Pero él no podía dejar de pensar en eso, su cabeza daba mil vueltas, era algo inédito.
-Himura-san... Lamento asustarte más, pero es la primera vez en mi vida que veo hacer eso a un mapache de los de mi familia -Anunció con gesto frío pero con un tono de terror que intentaba disimular desesperada e inútilmente - ¿Qué hacemos? Yo estoy bloqueado -Añadió, era obvio que también estaba asustado.
No era necesario tocarle mucho, él también temblaba. Observaba aquellos arbustos intentando ver algo más, pero allí solo podía ver ojarasca y maleza moverse al compás del viento. Hace unos instantes se podía hacer evidente que efectivamente algo había pasado por allí, pero ahora ya no quedaba ni la sombra de eso, se volvió hacia su compañera.
-Ya lo sabemos, esto no es ni un zorro, ni un lobo, ni una manada. Esto es algo peligroso. -Remarcó, mirándola a los ojos desde quizás un poco más arriba, al ser más alto que ella.
-Himura-san... Lamento asustarte más, pero es la primera vez en mi vida que veo hacer eso a un mapache de los de mi familia -Anunció con gesto frío pero con un tono de terror que intentaba disimular desesperada e inútilmente - ¿Qué hacemos? Yo estoy bloqueado -Añadió, era obvio que también estaba asustado.
No era necesario tocarle mucho, él también temblaba. Observaba aquellos arbustos intentando ver algo más, pero allí solo podía ver ojarasca y maleza moverse al compás del viento. Hace unos instantes se podía hacer evidente que efectivamente algo había pasado por allí, pero ahora ya no quedaba ni la sombra de eso, se volvió hacia su compañera.
-Ya lo sabemos, esto no es ni un zorro, ni un lobo, ni una manada. Esto es algo peligroso. -Remarcó, mirándola a los ojos desde quizás un poco más arriba, al ser más alto que ella.