19/02/2020, 21:48
—¿Qué clase de marca es? —preguntó Rōga, pero antes de que Ayame pudiera decir nada al respecto añadió—: Whoa. Wait. Wait, wait, wait, wait. WAIT!
El chico se llevó una mano al portaobjetos y sacó tres kunai idénticos entre sí. Los observó con detenimiento de arriba a abajo, incluso les dio la vuelta y los giró varias veces buscando algo en el brillo del metal.
—Is gone...
—¿Eh? —preguntó Ayame, sin entender.Pero Rōga parecía tan confundido como ella misma. Aunque fuera por motivos diferentes.
—Hace poco había comprado unas cosas en una tienda de armas y el tendero me vendió un kunai usado —Se explicó—. ¡Que para colmo el muy hijo de puta me lo vendió a precio de nuevo! Será cabrón, diciendo que mientras tuviera filo daba igual la suciedad. No le di importancia en el momento y pensé que ya luego podía pegarle una pulida y limpiar la empuñadura, pero ahora que los veo ninguno está marcado con nada. ¡Te juro que uno estaba manchado!
—En... ¿En una tienda dices...? ¿Y que estaba manchado? —Ayame comenzó a marearse. Las piezas estaban comenzando a encajar en su mente, pero el resultado del puzzle no le agradaba en absoluto—. Entonces... entonces ese era mi kunai... El que le di a Daruu... ¿Pero qué hacía en una tienda? ¡¿Cómo acabó en una tienda?! —lloriqueó.
¿Acaso...? ¿Acaso Daruu había vendido un kunai que llevaba su marca de sangre?
El chico se llevó una mano al portaobjetos y sacó tres kunai idénticos entre sí. Los observó con detenimiento de arriba a abajo, incluso les dio la vuelta y los giró varias veces buscando algo en el brillo del metal.
—Is gone...
—¿Eh? —preguntó Ayame, sin entender.Pero Rōga parecía tan confundido como ella misma. Aunque fuera por motivos diferentes.
—Hace poco había comprado unas cosas en una tienda de armas y el tendero me vendió un kunai usado —Se explicó—. ¡Que para colmo el muy hijo de puta me lo vendió a precio de nuevo! Será cabrón, diciendo que mientras tuviera filo daba igual la suciedad. No le di importancia en el momento y pensé que ya luego podía pegarle una pulida y limpiar la empuñadura, pero ahora que los veo ninguno está marcado con nada. ¡Te juro que uno estaba manchado!
—En... ¿En una tienda dices...? ¿Y que estaba manchado? —Ayame comenzó a marearse. Las piezas estaban comenzando a encajar en su mente, pero el resultado del puzzle no le agradaba en absoluto—. Entonces... entonces ese era mi kunai... El que le di a Daruu... ¿Pero qué hacía en una tienda? ¡¿Cómo acabó en una tienda?! —lloriqueó.
¿Acaso...? ¿Acaso Daruu había vendido un kunai que llevaba su marca de sangre?