19/02/2020, 21:49
(Última modificación: 19/02/2020, 22:02 por Taka Kisame. Editado 1 vez en total.)
Quizás no le habría visto. Parecía decidido a entrar en la taberna. Aquel establecimiento era humilde un poco pobretón pero el tipo tenía mano para als salsas y los tés, vaya que sí. Le siguió con la mirada unos metros y entonces decidió alzar la voz, parecía que iba algo distraído con el paisaje, normal. Aquello era precioso para alguien que no estuviese acostumbrado a ese clima.
-Sabía que vendrías, Takumi-san -Se limitó a decir con tono frío a unos pocos metros de él, mirándole fijamente.
Aquel chico se había ganado su respeto, claro que sí. A pesar de que había vivido varias cosas desde su último encuentro, sentía como si solamente hubieran pasado unos días. Vaticinaba que la amistad que estaba entablando con aquel genin de Uzu iba a durar más de lo que él mismo se esperaba. Se acercó a él caminando lentamente, mientras su compañero se daba la vuelta, no le diría nada de momento, esperaría a su saludo.
-Tengo cosas nuevas que contarte, pero vamos a por un té, el viaje va a ser largo -Propuso tras hacerle una educada reverencia a modo de saludo.
Parecía como si aquello que el pelinegro tuviera que decirle lo considerara importante, no era habitual verle tan "poco directo" y menos con un asunto como ese. Lo cierto era que su cabeza daba muchas vueltas y estaba casi seguro de que parte de las cosas las había exagerado en su cabeza sin darse cuenta, pero al fin y al cabo, nunca le había ido mal ser tan paranoico, al menos por ahora.
-Sabía que vendrías, Takumi-san -Se limitó a decir con tono frío a unos pocos metros de él, mirándole fijamente.
Aquel chico se había ganado su respeto, claro que sí. A pesar de que había vivido varias cosas desde su último encuentro, sentía como si solamente hubieran pasado unos días. Vaticinaba que la amistad que estaba entablando con aquel genin de Uzu iba a durar más de lo que él mismo se esperaba. Se acercó a él caminando lentamente, mientras su compañero se daba la vuelta, no le diría nada de momento, esperaría a su saludo.
-Tengo cosas nuevas que contarte, pero vamos a por un té, el viaje va a ser largo -Propuso tras hacerle una educada reverencia a modo de saludo.
Parecía como si aquello que el pelinegro tuviera que decirle lo considerara importante, no era habitual verle tan "poco directo" y menos con un asunto como ese. Lo cierto era que su cabeza daba muchas vueltas y estaba casi seguro de que parte de las cosas las había exagerado en su cabeza sin darse cuenta, pero al fin y al cabo, nunca le había ido mal ser tan paranoico, al menos por ahora.