20/02/2020, 00:27
Al parecer, luego de sus respuestas Ayame empezó a atar cabos y el genin le iba siguiendo el hilo. Sin embargo, la posible explicación no estaba siendo un resultado agradable. "Ohnononononononononononononononono." Sudaría, de no ser por la fría lluvia que le cubría. "Mierda. Lobo no soporta ver a alguien triste. ¿Pero habrá algo que puedas hacer? ¡Esto no es culpa de Lobo sino de Amedama!" Era su resolución final. "Pero no puedes echar más leña al fuego." Suspiró.
Se guardó los kunai y alzó las manos en gesto conciliador. Si él se había sentido mal porque no recordaban su nombre, se podía imaginar cuán afectada podía estar Ayame.
—Vamos, ya pasó y no es para tanto— Sí lo era. —Seguro que existe una una buena explicación— Rogaba que así fuera. —Si venías huyendo has de estar algo cansada y confundida para pensar. Te diría que descansaras en mi casa pero no creo que sea un sitio muy seguro ahora mismo, que mi familia está un poco loca— Trataba de bromear para apaciguar un poco los ánimos. —Si quieres vamos a hablar con Amedama antes de sacar cualquier conclusión apresurada y así te distraes un poco de toda la locura que acaba de pasar, pero por favor, estate tranquila woman— Sonreía a medias esperando que la chica no empezase a soltar lágrimas.
"Maldita sea, ¿qué harás?" No podía simplemente volver y contarle aquella historia a su madre. "Van a pensar que sigo bromeando. No me van a creer ¡KUCHIUUUUUUU!" Una distracción era lo que necesitaba por ahora.
—Mira el lado bueno, de todas formas planeaba buscarte para hablarte. Aunque, no con una entrada tan melodramática— quiso cambiar el rumbo de la conversación. —Es sobre una amiga tuya. Uzumaki, Uzumaki Eri— Suspiró de nuevo. —Si quieres te cuento en el camino a tu casa o adónde sea que puedas ir para poder descansar, has de estar agobiada— Sonreía no muy convencido.
"Aw shit."
Se guardó los kunai y alzó las manos en gesto conciliador. Si él se había sentido mal porque no recordaban su nombre, se podía imaginar cuán afectada podía estar Ayame.
—Vamos, ya pasó y no es para tanto— Sí lo era. —Seguro que existe una una buena explicación— Rogaba que así fuera. —Si venías huyendo has de estar algo cansada y confundida para pensar. Te diría que descansaras en mi casa pero no creo que sea un sitio muy seguro ahora mismo, que mi familia está un poco loca— Trataba de bromear para apaciguar un poco los ánimos. —Si quieres vamos a hablar con Amedama antes de sacar cualquier conclusión apresurada y así te distraes un poco de toda la locura que acaba de pasar, pero por favor, estate tranquila woman— Sonreía a medias esperando que la chica no empezase a soltar lágrimas.
"Maldita sea, ¿qué harás?" No podía simplemente volver y contarle aquella historia a su madre. "Van a pensar que sigo bromeando. No me van a creer ¡KUCHIUUUUUUU!" Una distracción era lo que necesitaba por ahora.
—Mira el lado bueno, de todas formas planeaba buscarte para hablarte. Aunque, no con una entrada tan melodramática— quiso cambiar el rumbo de la conversación. —Es sobre una amiga tuya. Uzumaki, Uzumaki Eri— Suspiró de nuevo. —Si quieres te cuento en el camino a tu casa o adónde sea que puedas ir para poder descansar, has de estar agobiada— Sonreía no muy convencido.
"Aw shit."