21/02/2020, 11:11
La pequeña kunoichi prácticamente sin aliento pidió agua, y ella asintió, sin entender cómo se había cansado tanto. Supuso que fue la falta de entrenamiento, así que no le dio más vueltas y acudió a la cocina por un vaso de agua, que dejó encima de su pequeña mesa.
—Tengo dos libros aquí, uno es de introducción, pero probablemente te sirva para repasar, el otro es algo más avanzado, contiene algunas técnicas y consejos sobre cómo usar mejor las que podrías saber.
Dejó los dos libros frente a ella, en la mesa. Los dos tenían una capa gruesa que los mantenía más seguros del exterior, y si Hana se fijaba, estaban algo viejos por el uso.
—Eran de mi padre, por eso están tan deteriorados —explicó, acariciando el primero con cariño—. Cuando los termines, ven a verme, ¿vale?
—Tengo dos libros aquí, uno es de introducción, pero probablemente te sirva para repasar, el otro es algo más avanzado, contiene algunas técnicas y consejos sobre cómo usar mejor las que podrías saber.
Dejó los dos libros frente a ella, en la mesa. Los dos tenían una capa gruesa que los mantenía más seguros del exterior, y si Hana se fijaba, estaban algo viejos por el uso.
—Eran de mi padre, por eso están tan deteriorados —explicó, acariciando el primero con cariño—. Cuando los termines, ven a verme, ¿vale?