22/02/2020, 23:51
Etsu miró la botella, miró al tendero, y sonrió.
—Y si me pones otra, te doy el doble de propina.
¿Por qué contentarse con una si podía tener dos?
Armado con alcohol, el Inuzuka saldría de la plaza, y se dispondría tras alguna de las casas cercanas. La intención era buscar una donde no hubiesen demasiadas miradas, no era lo que necesitaba en ese preciso momento. Miró una de las botellas, y arqueó una ceja.
—Nunca pensé que mi primera vez... sería así...
Pero tampoco era tanto. Le quitó el tapón, y le propinó un trago. Un trago que casi al instante escupió, pues ese liquido cargado de alcohol, sabía a mil rayos. Sabía a culo de mono, con un toque de moco de troll. Sabía a lombriz de tierra untada en saliva de murciélago cojo. En realidad, no había palabras para explicar ese tan desagradable sabor...
—¡¡BUUUUUUAAAAHHHG!! —escupió varias veces, a punto de vomitar. —¡Gruwoooop! —Pero le vino un intento —¡Gruwoooop! —un segundo intento.
Y no hubo un tercero, el chico vomitó hasta lo que había desayunado el día anterior.
Llamó a Juan y toda su familia.
Tras un rato de meditación, terminó por rociarse la botella por la cabeza. Era la opción mas viable, no iba a poder emborracharse con esa cosa... así que al menos, debía oler a ello. Tras hacerlo, abriría la otra botella, y le daría un buche. Ésta vez no lo tragó, si no que lo escupió a un lado. Lo único que quería era oler por completo a alcohol.
Poco después, saldría de allí, caminando como bien sabía imitar. Por suerte para él, había estado aprendiendo un estilo de combate que le venía de fábula para imitar a un completo borracho. El chico caminaba de lado a lado de la calle, casi cayendo al suelo tras cada paso, pero luchando valerosamente contra la gravedad para no hacerlo.
—¡La cu-characha! ¡L-LA CU.CA-RACHA! ¡Yia no PUÉ CAMIN-NÁ! ¡PoLQUE no tiene... POLque LE FALTA! ¿¡LAS dos PATIATÁ D-ATRÁ!? —iba cantando a todo volumen, para que nadie se perdiese letra alguna de tan magnifica canción.
—Y si me pones otra, te doy el doble de propina.
¿Por qué contentarse con una si podía tener dos?
Armado con alcohol, el Inuzuka saldría de la plaza, y se dispondría tras alguna de las casas cercanas. La intención era buscar una donde no hubiesen demasiadas miradas, no era lo que necesitaba en ese preciso momento. Miró una de las botellas, y arqueó una ceja.
—Nunca pensé que mi primera vez... sería así...
Pero tampoco era tanto. Le quitó el tapón, y le propinó un trago. Un trago que casi al instante escupió, pues ese liquido cargado de alcohol, sabía a mil rayos. Sabía a culo de mono, con un toque de moco de troll. Sabía a lombriz de tierra untada en saliva de murciélago cojo. En realidad, no había palabras para explicar ese tan desagradable sabor...
—¡¡BUUUUUUAAAAHHHG!! —escupió varias veces, a punto de vomitar. —¡Gruwoooop! —Pero le vino un intento —¡Gruwoooop! —un segundo intento.
Y no hubo un tercero, el chico vomitó hasta lo que había desayunado el día anterior.
Llamó a Juan y toda su familia.
Tras un rato de meditación, terminó por rociarse la botella por la cabeza. Era la opción mas viable, no iba a poder emborracharse con esa cosa... así que al menos, debía oler a ello. Tras hacerlo, abriría la otra botella, y le daría un buche. Ésta vez no lo tragó, si no que lo escupió a un lado. Lo único que quería era oler por completo a alcohol.
Poco después, saldría de allí, caminando como bien sabía imitar. Por suerte para él, había estado aprendiendo un estilo de combate que le venía de fábula para imitar a un completo borracho. El chico caminaba de lado a lado de la calle, casi cayendo al suelo tras cada paso, pero luchando valerosamente contra la gravedad para no hacerlo.
—¡La cu-characha! ¡L-LA CU.CA-RACHA! ¡Yia no PUÉ CAMIN-NÁ! ¡PoLQUE no tiene... POLque LE FALTA! ¿¡LAS dos PATIATÁ D-ATRÁ!? —iba cantando a todo volumen, para que nadie se perdiese letra alguna de tan magnifica canción.
~ No muerdas lo que no piensas comerte ~