23/02/2020, 15:32
—No estoy seguro de si es gordo, pero lo cierto es que es bastante extraño... —Contestó el amejin mientras le indicaba que entrara a la taberna.
Takumi le hizo caso y entró primero. La taberna era pequeña, estaba vacía y el que parecía el dueño según les vio entrar comenzó a hervir agua. Los dos genin se acercaron a la barra y el camarero inmediatamente les preguntó.
—No le he preguntado pero he supuesto que quería lo de siempre... ¿No es cierto, Taka-senpai? —«¿Taka-senpai? Parece que a Kisame ya le conocen por aquí.»
—Si, pero ponme dos esta vez
—Oh, tiene compañía... ¿Quieren algo para picar?
—Para mi no, si Takumi-san quiere algo...
—No será necesario, muchas gracias. —Contestó amablemente para proceder a seguir a su compañero hasta una mesa algo alejada.
—Verás... No he descubierto mucho, pero me pareció escuchar como el viejo del odachi hablaba con su hija algo sobre un tal Fakui-sama... —Los ojos del marionetista se quedaron como platos, no se lo podía creer. «No puede seguir con vida, se estaba desangrando... Y encima ha dicho Fakui... ¿De qué me suena ese nombre?» —Si, yo también me sorprendí al verlo vivo... Al volver a la aldea, le he preguntado a una amiga de mi familia, una anciana jōnin retirada y me ha dicho que la familia Fakui era natural del País del Viento, —«Espera, ya sé de que me sonaba... La familia Fakui era uno de los clanes ricos de Inaka, no tengo ni idea de que ha sido de ellos tras la última Guerra Civil.» —había trabajado para ellos hacía muchos años... Desconozco más sobre ellos, solamente que tienen cierta riqueza y que viven allí... Había pensado en empezar a buscar por Inaka, no tenemos mucho hilo del que tirar, pero al menos quiero saber qué se traen entre manos esos dos con alguien de tan lejos...
Tras escuchar lo de ir a Inaka el kazejin se quedó con la mirada perdida, volver a Inaka siempre le despertaba aquellos terribles recuerdos, si por algún casual pasaban por el Barrio de los Artesanos ¿iba a poder Takumi aguantar sin derrumbarse? Encima ir ahora hasta allí, vale que ya no hay guerra y todo eso, pero el mandato de hierro de Amura les podía suponer algún tipo de problemas para pasar a la ciudad aunque fuera.
—Cierta riqueza... —Comenzó a responder mientras se recomponía. —Están forrados que se diga, ese clan no ha pasado hambre incluso con las constantes guerras, creo recordar que vivían en el barrio alto de la ciudad. El líder recuerdo que hacía marionetas, pero no las vendía, era raro por lo que me decía Itona. Bueno de lo malo malo has escogido a alguien que ya se conoce la ciudad, ir por Inaka sin un guía puede acabar mal.
Takumi le hizo caso y entró primero. La taberna era pequeña, estaba vacía y el que parecía el dueño según les vio entrar comenzó a hervir agua. Los dos genin se acercaron a la barra y el camarero inmediatamente les preguntó.
—No le he preguntado pero he supuesto que quería lo de siempre... ¿No es cierto, Taka-senpai? —«¿Taka-senpai? Parece que a Kisame ya le conocen por aquí.»
—Si, pero ponme dos esta vez
—Oh, tiene compañía... ¿Quieren algo para picar?
—Para mi no, si Takumi-san quiere algo...
—No será necesario, muchas gracias. —Contestó amablemente para proceder a seguir a su compañero hasta una mesa algo alejada.
—Verás... No he descubierto mucho, pero me pareció escuchar como el viejo del odachi hablaba con su hija algo sobre un tal Fakui-sama... —Los ojos del marionetista se quedaron como platos, no se lo podía creer. «No puede seguir con vida, se estaba desangrando... Y encima ha dicho Fakui... ¿De qué me suena ese nombre?» —Si, yo también me sorprendí al verlo vivo... Al volver a la aldea, le he preguntado a una amiga de mi familia, una anciana jōnin retirada y me ha dicho que la familia Fakui era natural del País del Viento, —«Espera, ya sé de que me sonaba... La familia Fakui era uno de los clanes ricos de Inaka, no tengo ni idea de que ha sido de ellos tras la última Guerra Civil.» —había trabajado para ellos hacía muchos años... Desconozco más sobre ellos, solamente que tienen cierta riqueza y que viven allí... Había pensado en empezar a buscar por Inaka, no tenemos mucho hilo del que tirar, pero al menos quiero saber qué se traen entre manos esos dos con alguien de tan lejos...
Tras escuchar lo de ir a Inaka el kazejin se quedó con la mirada perdida, volver a Inaka siempre le despertaba aquellos terribles recuerdos, si por algún casual pasaban por el Barrio de los Artesanos ¿iba a poder Takumi aguantar sin derrumbarse? Encima ir ahora hasta allí, vale que ya no hay guerra y todo eso, pero el mandato de hierro de Amura les podía suponer algún tipo de problemas para pasar a la ciudad aunque fuera.
—Cierta riqueza... —Comenzó a responder mientras se recomponía. —Están forrados que se diga, ese clan no ha pasado hambre incluso con las constantes guerras, creo recordar que vivían en el barrio alto de la ciudad. El líder recuerdo que hacía marionetas, pero no las vendía, era raro por lo que me decía Itona. Bueno de lo malo malo has escogido a alguien que ya se conoce la ciudad, ir por Inaka sin un guía puede acabar mal.