Saki, el arte viviente

[Tsukisame Takumi]

—Lamentamos el alboroto.

—Soy yo la que debería disculparse, esta no es forma de tratar a quienes me han ayudado. Les aseguro que no es así como suelo recibir a mis invitados…

—¿Y qué hay del otro día, de aquel sujeto que echamos a palos? —Comentó Tamayo antes de recibir un codazo. «Espero que esté bromeando...»

—Sí, bueno… ¿Quién tiene hambre? Podrían acompañarme a cenar… ¿Cierto, Tamayo?

—…Si, señora. La cena estará lista dentro de poco. Por favor acompáñenme al comedor.

—De hecho, tanto jaleo me ha dado bastante hambre —Reconoció el kusajin antes de que le rugiera el estómago.

—La verdad es que estoy igual, llevo sin tomar nada desde la mañana... —Se llevó una mano al estómago.

Tamayo les guió por dentro de la casa, que destilaba opulencia por cada esquina, hasta una sala tradicional con tatami y una mesa baja. Por los pasillos había infinidad de cuadros y demás artesanías, como si de una galería de arte se tratase en vez de una mansión. También era destacable la indumentaria de la sueña, con unos tintes y filigranas de alguien con mucho dinero. [p=burlywood]¿Pero esta señora cuánto dinero tiene? [/sub]

—Pediré que traigan la cena. —Comentó Tamayo ya dentro de la sala mientras se retiraba.

Pasó un buen rato con un incómodo silencio, también era normal pues dos chavales que no alcanzaban la mayoría de edad no tenían ni idea de que hablar con una señora mayor de la zona alta de la ciudad. Pero por fin la dueña del complejo rompió el hielo.

—Y…Bueno, parece que ya conocieron a mis empleados.

—Ya bueno, —Soltó una ligera risilla. —Se nota que le tienen devoción, hacen su trabajo demasiado bien, seguro que poca gente tiene valor para intentar robar aquí pese a que esto sea Notsuba. Por cierto, disculpe mis formas, aún no me he presentado. Tsukisame Takumi, genin de Uzushiogakure no Sato. —Se presentó con una ligera reverencia de cabeza en señal de respeto.