26/02/2020, 21:46
—Gyūki y yo ya nos conocíamos —intervino Yuuna, captando la atención de los gélidos ojos de Kokuō, que se volvió hacia ella—. Mi padre, Hagane, fue su jinchūriki.
Un denso silencio inundó el ambiente ante la revelación y se extendió como la mantequilla durante varios largos segundos.
—N... No sabía que había jinchūriki fuera de las aldeas shinobi —murmuró Ayame, con los ojos abiertos como platos.
Se volvió hacia el bijū, estudiando su reacción. Pero su expresión era inescrutable.
—"Fue" —repitió—. Y si encontraron a Gyūki libre en el mar, eso quiere decir...
La respuesta era evidente para todos, sólo había una manera por la que un bijū pudiera aparecer libre sin su jinchūriki, pero parecía que Kokuō quería escucharlo directamente de los labios de Yuuna.
Un denso silencio inundó el ambiente ante la revelación y se extendió como la mantequilla durante varios largos segundos.
—N... No sabía que había jinchūriki fuera de las aldeas shinobi —murmuró Ayame, con los ojos abiertos como platos.
Se volvió hacia el bijū, estudiando su reacción. Pero su expresión era inescrutable.
—"Fue" —repitió—. Y si encontraron a Gyūki libre en el mar, eso quiere decir...
La respuesta era evidente para todos, sólo había una manera por la que un bijū pudiera aparecer libre sin su jinchūriki, pero parecía que Kokuō quería escucharlo directamente de los labios de Yuuna.