27/02/2020, 14:12
—"Fue". Y si encontraron a Gyūki libre en el mar, eso quiere decir...
Si. Eso quería decir exactamente lo que que quería decir. Yuuna había hablado en pasado por la razón por la que todos sabíamos que lo había hecho. Y aún sabiendo que venían esas preguntas... Yo estaba tan poco preparado como cuando se las hizo Datsue.
—Mi padre y Gyūki murieron peleando contra Kurama. Yo estaba allí.
Con esa confesión solo iba a abrir una nueva tanda de preguntas sobre el asunto. Que era lo más normal del mundo. Vaya.
Y aunque no lo aparentaba por que era una mujer fuerte y valiente, yo estaba seguro de que por dentro aún sentía el dolor y la pena como si fuera aquél trágico día.
Le cogí la mano y apreté con suavidad. Estaba seguro que ella sabía de sobra que yo estaba allí. Pero por dentro yo sentía la imperiosa necesidad se reconfortarla y de recordarle que no estaba sola.
—Gyūki nos contó que durante la pelea Kurama dijo cosas que solo podría saber si había asistido a las reuniones. Así fue como de enteró de que os espiaba.
¿Se le escaparían de verdad o lo haría a propósito por que estaba muy confiado? En cualquier caso, daba igual, por que él creía que había terminado la vida de Gyūki hasta que volviese a aparecer. Pero al parecer no sabía que había vuelto a aparecer.
—Yo no pude escuchar nada de lo que se dijeron, tampoco pude verlo bien. —Ahora venía, en mi opinión, la peor y la mas dolorosa de las partes. —La presencia de Kurama era tan aterradora que me temblaban las piernas y apenas podía moverme.
Le acaricie el dorso de la mano que tenia cogida con el pulgar. Si hubiera podido moverse, quizás en ese momento estaría muerta. Solo de pensarlo me fallaba la respiración.
Yo también había sentido algo parecido. Por que cuando ella se ahogaba y yo no la alcanzaba... De no ser por el poder de Gyūki...
—A mi no me hace falta confirmación. Gyūki es un buen amigo, y yo confío en su palabra.
Intenté restarle toda la importancia posible al hecho de que Yuuna no hubiese visto o escuchado nada.
Pero no estaba mintiendo ni mucho menos. Gyūki me había salvado la vida, me había cedido su poder y con él me había salvado una segunda vez, aunque no lo supiera. No podía no fiarme de él.
Si. Eso quería decir exactamente lo que que quería decir. Yuuna había hablado en pasado por la razón por la que todos sabíamos que lo había hecho. Y aún sabiendo que venían esas preguntas... Yo estaba tan poco preparado como cuando se las hizo Datsue.
—Mi padre y Gyūki murieron peleando contra Kurama. Yo estaba allí.
Con esa confesión solo iba a abrir una nueva tanda de preguntas sobre el asunto. Que era lo más normal del mundo. Vaya.
Y aunque no lo aparentaba por que era una mujer fuerte y valiente, yo estaba seguro de que por dentro aún sentía el dolor y la pena como si fuera aquél trágico día.
Le cogí la mano y apreté con suavidad. Estaba seguro que ella sabía de sobra que yo estaba allí. Pero por dentro yo sentía la imperiosa necesidad se reconfortarla y de recordarle que no estaba sola.
—Gyūki nos contó que durante la pelea Kurama dijo cosas que solo podría saber si había asistido a las reuniones. Así fue como de enteró de que os espiaba.
¿Se le escaparían de verdad o lo haría a propósito por que estaba muy confiado? En cualquier caso, daba igual, por que él creía que había terminado la vida de Gyūki hasta que volviese a aparecer. Pero al parecer no sabía que había vuelto a aparecer.
—Yo no pude escuchar nada de lo que se dijeron, tampoco pude verlo bien. —Ahora venía, en mi opinión, la peor y la mas dolorosa de las partes. —La presencia de Kurama era tan aterradora que me temblaban las piernas y apenas podía moverme.
Le acaricie el dorso de la mano que tenia cogida con el pulgar. Si hubiera podido moverse, quizás en ese momento estaría muerta. Solo de pensarlo me fallaba la respiración.
Yo también había sentido algo parecido. Por que cuando ella se ahogaba y yo no la alcanzaba... De no ser por el poder de Gyūki...
—A mi no me hace falta confirmación. Gyūki es un buen amigo, y yo confío en su palabra.
Intenté restarle toda la importancia posible al hecho de que Yuuna no hubiese visto o escuchado nada.
Pero no estaba mintiendo ni mucho menos. Gyūki me había salvado la vida, me había cedido su poder y con él me había salvado una segunda vez, aunque no lo supiera. No podía no fiarme de él.