27/02/2020, 20:09
—Hablé con Datsue sobre el tema, me convenció para que volviera a intentarlo, pero si te soy sincero, seguía sin ver el camino. Para mi era todo oscuro. Por mucho que hubiera dicho Datsue, seguía sin encontrar mi sitio, mi camino, no veía la luz. Temía terminar volviendo a entregar la bandana.
Datsue el carismático siempre dispuesto a ayudar. Sonrió al escuchar como había sido él el que había hablado con Reiji de ese tema, pero aunque recuperase su bandana seguía sintiéndose igual de perdido, o eso fue lo que entendió la pelirroja, que entre sorbo y palabra, ya se había terminado su té.
—Pero volví a ver salir la luz de sol. Alguien me dijo que mis inseguridades y mis miedos no se irían jamás, pero que si confiaba en mis compañeros, en mis amigos, en la gente que me importaba, ellos estarían allí para apoyarme y ayudarme a superarlos. A veces las palabras son mas poderosas que cualquier ninjutsu y son capaces de alcanzar el corazón mas rápido que cualquier puñal. Para bien o para mal.
Se llevó una mano al mentón, sopesando las palabras del chico. Él tenía razón, sin duda, aquellas palabras eran muy fuertes, capaces incluso de doblegar a alguien antes que cualquier arma de filo o técnica poderosa. No olvidaba como, a veces, su madre le contaba que muchos de los protagonistas de cuentos se hacían fuertes a través de la amistad y el amor, pero ella solo conocía el entrenamiento, y su corazón, algo roto, no sabía bien cuál era su camino.
Pero parecía ser que habría alguno para ella, al igual que hubo uno para Reiji.
—Y a mi esas palabras me hicieron cambiar de opinión.
—Sin duda, seguro que fueron muy poderosas en ti —asintió ella, con una pequeña sonrisa—. Espero que quien te las haya dicho de verdad las sienta.
Lo dijo con un tono más de envidia que de reproche pues, aunque ella tenía mucha gente a su alrededor, se sentía más sola que nunca. Posó su mano en la mesa y se levantó con cuidado, volviendo luego a mirar a Reiji.
—Creo que ya te he robado mucho tiempo, Reiji-san —comentó con algo de culpa—. No quiero que tengas problemas por mi culpa.
Datsue el carismático siempre dispuesto a ayudar. Sonrió al escuchar como había sido él el que había hablado con Reiji de ese tema, pero aunque recuperase su bandana seguía sintiéndose igual de perdido, o eso fue lo que entendió la pelirroja, que entre sorbo y palabra, ya se había terminado su té.
—Pero volví a ver salir la luz de sol. Alguien me dijo que mis inseguridades y mis miedos no se irían jamás, pero que si confiaba en mis compañeros, en mis amigos, en la gente que me importaba, ellos estarían allí para apoyarme y ayudarme a superarlos. A veces las palabras son mas poderosas que cualquier ninjutsu y son capaces de alcanzar el corazón mas rápido que cualquier puñal. Para bien o para mal.
Se llevó una mano al mentón, sopesando las palabras del chico. Él tenía razón, sin duda, aquellas palabras eran muy fuertes, capaces incluso de doblegar a alguien antes que cualquier arma de filo o técnica poderosa. No olvidaba como, a veces, su madre le contaba que muchos de los protagonistas de cuentos se hacían fuertes a través de la amistad y el amor, pero ella solo conocía el entrenamiento, y su corazón, algo roto, no sabía bien cuál era su camino.
Pero parecía ser que habría alguno para ella, al igual que hubo uno para Reiji.
—Y a mi esas palabras me hicieron cambiar de opinión.
—Sin duda, seguro que fueron muy poderosas en ti —asintió ella, con una pequeña sonrisa—. Espero que quien te las haya dicho de verdad las sienta.
Lo dijo con un tono más de envidia que de reproche pues, aunque ella tenía mucha gente a su alrededor, se sentía más sola que nunca. Posó su mano en la mesa y se levantó con cuidado, volviendo luego a mirar a Reiji.
—Creo que ya te he robado mucho tiempo, Reiji-san —comentó con algo de culpa—. No quiero que tengas problemas por mi culpa.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)