28/02/2020, 12:53
Hotaru sonrió ante la apertura de Hana y se acomodó más en su sofá, escuchándola atentamente mientras hablaba de su sensei.
— Eri-sensei es buena sensei, pero siento que se contiene mucho para parecer más dura. Aún así, se nota que se preocupa demasiado. Claro que siento que si le dijese que se relajase seguramente me mataría.
Aquellas palabras las recordaba. Había hablado con Ryuusuke sobre lo mismo, y es que, desde que había vuelto de su pequeña misión de búsqueda de Uchiha Akame, la pequeña pelirroja estaba más preocupada y perdida en sus pensamientos que antes, no solía sonreír porque sí y su mirada no brillaba como antaño.
— Y se esfuerza mucho en intentar enseñarme a ser más madura, solo que yo soy un poco densa todavía.
¿Podía ser que la tratara así por algún tipo de miedo que ella había experimentado?
Necesitaba a Hana si quería que su hermana fuera feliz de nuevo, o al menos de despreocupase más, porque, en ese momento, era imposible para ella o su hermano lograrlo.
— Hotaru-san, Eri-sensei me dijo que había tenido dos pupilos. ¿Qué pasó con ellos? Digamos que lo soltó mientras me regañaba y no creo que me conteste si le pregunto directamente. Mencionó a un tal Riko.
La castaña se cruzó de piernas, pensativa. Recordaba que su hermana, cuando logró el título de Jounin, se le asignó un pequeño alumno recién salido de la academia, de nombre Riko. Y también recordaba qué ocurrió después.
—Riko era un genin como tú, recién salido de la academia, con ganas de aprender, y se le asignó a Eri como alumno —comenzó, en voz baja—. Yo lo conocí, porque ambos pelearon y terminaron algo magullados —prosiguió—. Pero un día simplemente despareció, y... —suspiró—. Eri se echó algo de culpa. Supongo que fue porque no le había dado tantos consejos como hubiera querido o quizá no lo había preparado lo suficiente, no lo sé, Hana.
Se giró hacia delante, deshaciendo la doblez de sus piernas.
—Cuando supo que le habían asignado una segunda alumna, tú; no sabía qué hacer porque tenía miedo de volver a cagarla —admitió—. Así que ahí deberías ver tú qué hacer, pareces lista, no te lo voy a negar, y por eso necesito que me ayudes —la miró directamente a los ojos—. Eri está mal, lo sabemos, y necesitamos que alguien externo a su familia ayude... Y por eso necesitamos que nos ayudes, de verdad...
Era la primera vez que Hana veía a Hotaru venirse abajo.
—Tenemos algo de miedo de que termine peor de lo que llegó de su misión.
— Eri-sensei es buena sensei, pero siento que se contiene mucho para parecer más dura. Aún así, se nota que se preocupa demasiado. Claro que siento que si le dijese que se relajase seguramente me mataría.
Aquellas palabras las recordaba. Había hablado con Ryuusuke sobre lo mismo, y es que, desde que había vuelto de su pequeña misión de búsqueda de Uchiha Akame, la pequeña pelirroja estaba más preocupada y perdida en sus pensamientos que antes, no solía sonreír porque sí y su mirada no brillaba como antaño.
— Y se esfuerza mucho en intentar enseñarme a ser más madura, solo que yo soy un poco densa todavía.
¿Podía ser que la tratara así por algún tipo de miedo que ella había experimentado?
Necesitaba a Hana si quería que su hermana fuera feliz de nuevo, o al menos de despreocupase más, porque, en ese momento, era imposible para ella o su hermano lograrlo.
— Hotaru-san, Eri-sensei me dijo que había tenido dos pupilos. ¿Qué pasó con ellos? Digamos que lo soltó mientras me regañaba y no creo que me conteste si le pregunto directamente. Mencionó a un tal Riko.
La castaña se cruzó de piernas, pensativa. Recordaba que su hermana, cuando logró el título de Jounin, se le asignó un pequeño alumno recién salido de la academia, de nombre Riko. Y también recordaba qué ocurrió después.
—Riko era un genin como tú, recién salido de la academia, con ganas de aprender, y se le asignó a Eri como alumno —comenzó, en voz baja—. Yo lo conocí, porque ambos pelearon y terminaron algo magullados —prosiguió—. Pero un día simplemente despareció, y... —suspiró—. Eri se echó algo de culpa. Supongo que fue porque no le había dado tantos consejos como hubiera querido o quizá no lo había preparado lo suficiente, no lo sé, Hana.
Se giró hacia delante, deshaciendo la doblez de sus piernas.
—Cuando supo que le habían asignado una segunda alumna, tú; no sabía qué hacer porque tenía miedo de volver a cagarla —admitió—. Así que ahí deberías ver tú qué hacer, pareces lista, no te lo voy a negar, y por eso necesito que me ayudes —la miró directamente a los ojos—. Eri está mal, lo sabemos, y necesitamos que alguien externo a su familia ayude... Y por eso necesitamos que nos ayudes, de verdad...
Era la primera vez que Hana veía a Hotaru venirse abajo.
—Tenemos algo de miedo de que termine peor de lo que llegó de su misión.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)