29/02/2020, 16:33
Con la primavera ya en el aire, Eri había decidido salir de Uzushiogakure con el fin de dejar de pensar y darse un tiempo antes del Torneo de los Dojos. Se había apuntado para querer demostrar algo, pero, tras un tiempo pensando, todavía no había encontrado la respuesta a: ¿qué era ese algo?
¿Qué es lo que quería demostrar?
Se encaminó a la Villa de las Aguas Termales con el pensamiento de despejarse allí, pero el viaje iba a ser largo, y la noche acudió a ella llegando a los Arrozales del Silencio.
La pelirroja nunca había estado allí, es más; ni si quiera se había detenido a pensar qué era aquel lugar más allá de campos repletos de plantas y arrozales. Pero al verse de vuelta a oscuras buscando pasar la noche en algún lugar cómodo, no pudo más que buscar un hostal cercano a aquel lugar. Para su suerte, no necesitó más de veinte minutos para encontrar un pequeño hostalillo de paso, con algunas habitaciones libres y ganas de llevarse unos ryos.
Rentó una pequeña habitación y se despojó de todo aquello innecesario quedándose únicamente en túnica con el cabello ligeramente recogido. La noche era agradable así que, con algo de ánimo, salió al pequeño balcón y se apoyó en la baranda de madera.
Deshizo el sello y sacó de la palma de su mano una pequeña flauta, y con la suave melodía del viento, comenzó a tocar unas notas de forma improvisada.
¿Qué es lo que quería demostrar?
Se encaminó a la Villa de las Aguas Termales con el pensamiento de despejarse allí, pero el viaje iba a ser largo, y la noche acudió a ella llegando a los Arrozales del Silencio.
La pelirroja nunca había estado allí, es más; ni si quiera se había detenido a pensar qué era aquel lugar más allá de campos repletos de plantas y arrozales. Pero al verse de vuelta a oscuras buscando pasar la noche en algún lugar cómodo, no pudo más que buscar un hostal cercano a aquel lugar. Para su suerte, no necesitó más de veinte minutos para encontrar un pequeño hostalillo de paso, con algunas habitaciones libres y ganas de llevarse unos ryos.
Rentó una pequeña habitación y se despojó de todo aquello innecesario quedándose únicamente en túnica con el cabello ligeramente recogido. La noche era agradable así que, con algo de ánimo, salió al pequeño balcón y se apoyó en la baranda de madera.
Deshizo el sello y sacó de la palma de su mano una pequeña flauta, y con la suave melodía del viento, comenzó a tocar unas notas de forma improvisada.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)