Entrenamiento sorpresa

[Uzumaki Eri]

— Pero entonces le cedes a tu contrincante el primer golpe, si él tampoco sabe cuales son tus aptitudes. Entiendo que no sea buena idea lanzarse a dar puñetazos como he hecho yo, pero... — se quedó pensativa un segundo, llevándose la mano a la barbilla. — Realmente no hay una respuesta correcta, ¿no?

Eri negó.

—La verdad es que no, por eso es tan importante mantener la cabeza fría en el combate y estudiar a tu enemigo —volvió a decir, aunque ella no era una experta en eso pues sabía de veces que había actuado de forma temeraria.

Unos pasos interrumpieron su charla, y, desde el pequeño pasillo de la casa de Hotaru, salió un somnoliento Hiroki.

—¡Eri-sensei! —exclamó al verla—. ¿Qué me ha pasado?

—Chocaste contra un árbol y te trajimos con Hotaru.

—Oh, no, mierda. —De pronto, el rostro de Hiroki se volvió pálido. Sus ojos, inquietos, buscaron a su alrededor hasta dar con una ventana abierta. Corrió hacia ella y, antes de saltar, se giró a las dos chicas—. ¡Nos vemos!

Y se fue, dejando algo confusa a Eri, que ahora le asaltaban las dudas sobre la actitud del chico.