7/03/2020, 15:57
(Última modificación: 7/03/2020, 16:02 por Himura Ren. Editado 1 vez en total.)
Visto que aquel canino no parecía querer ir con Ren, tampoco tenía mucha más opción que intentar convencer a aquel hombre de que le ayudara un poco más.
— Perdón... No quería incomodarle, señor... Lo siento de verdad — dijo bajando un poco la cabeza, arrepentida de aquella pregunta. — ¿Podría acompañarme con él hasta la clínica? Creo que si no va con usted, no me seguirá. Aunque, al menos, parece que uno de vosotros si que ha encontrado un hogar.
Añadió con una suave risa, viendo como aquel señor calmaba al animal entre sus brazos acariciándolo con delicadeza.
— [color=royalblue]Ah ¿Conoce un pequeño local de comida llamado "El dragón Azul de la Lluvia"? Lo lleva mi Sensei, se llama Nanashi — introdujo su mano izquierda en busca de un bolsillo interior de su uwagi; para posteriormente sacar unas especies de "boletos" dibujados por ella. Tenia una caricatura de ella misma haciendo un símbolo de victoria. — ¡Si viene luego a la noche con uno de estos, me ocuparé de hoy coma algo caliente de verdad! — le ofreció un buen puñado.
Nanashi le había dicho que dejara de hacer aquello; dibujaba unos boletos para invitar siempre a quien podía, la última vez le dijo que no se lo volvería a permitir. Pero la anterior también se lo dijo, y la anterior a esa, y la anterior también.
— Perdón... No quería incomodarle, señor... Lo siento de verdad — dijo bajando un poco la cabeza, arrepentida de aquella pregunta. — ¿Podría acompañarme con él hasta la clínica? Creo que si no va con usted, no me seguirá. Aunque, al menos, parece que uno de vosotros si que ha encontrado un hogar.
Añadió con una suave risa, viendo como aquel señor calmaba al animal entre sus brazos acariciándolo con delicadeza.
— [color=royalblue]Ah ¿Conoce un pequeño local de comida llamado "El dragón Azul de la Lluvia"? Lo lleva mi Sensei, se llama Nanashi — introdujo su mano izquierda en busca de un bolsillo interior de su uwagi; para posteriormente sacar unas especies de "boletos" dibujados por ella. Tenia una caricatura de ella misma haciendo un símbolo de victoria. — ¡Si viene luego a la noche con uno de estos, me ocuparé de hoy coma algo caliente de verdad! — le ofreció un buen puñado.
Nanashi le había dicho que dejara de hacer aquello; dibujaba unos boletos para invitar siempre a quien podía, la última vez le dijo que no se lo volvería a permitir. Pero la anterior también se lo dijo, y la anterior a esa, y la anterior también.