10/03/2020, 02:53
—Un oud, ¿eh? Lo conozco, tiene doce cuerdas y la forma de una semilla de melocotón. —Hizo una seña a una criada, la cual se acercó y salió tras recibir una serie de órdenes de la sala.
Durante los siguientes 15 minutos Takumi se dedicó a comer, mientras su cabeza repasaba todas las canciones que conocía buscando la que más le pudiera agradar a Saki. «¿La Epopeya de Kilmamesshu? Nah, es un clásico y dudo que le llegue a sorpender... ¿Tal vez Las mil y una lunas? Meh, tampoco... ¡Espera, creo que ya tengo algo!». Entonces entró la criada con un oud de muy buena calidad a simple vista y se lo ofreció a su señora.
—Bien, este será suficiente. Entrégaselo al muchacho de pelo negro, veamos de que es capaz. —Y por fin el instrumento acabó en sus manos.
Comenzó comprobando la afinación, la cual estaba correcta y procedió a realizar unos punteos y arpegiados que desprendieron las primeras notas del instrumento; no era un instrumento muy común y tanto su sonido y su melodía podían resultar extraños a la gran mayoría de Ōnindo. El exótico sonido inundó la habitación y tras un minuto de introducción Takumi comenzó a cantar. Su voz acompañó al instrumento, con métodos y un estilo musical exótico, de otra tierra, y encima en otro idioma. El genin de Uzushio no estaba cantando en el idioma común del continente, si no en una pequeña lengua regional de Kaze no Kuni, la cual parece que fue utilizada por los primeros pobladores nómadas de los desiertos; y, según las leyendas que su hermano Arata le contaba de niño, era también la lengua utilizada por el otrora gran imperio del cual Sanbei, coetáneo las pirámides que hoy decoran el solitario desierto, fue emperador.
El kazejin estaba cantando la musicalización del poema "Rayra y Manji", del cual se perdió el nombre del autor hace siglos ya, y cuya historia comienza cuando Manji se enamora de Rayra. Pronto comienza a componer poemas sobre su amor por ella, mencionando su nombre a menudo. Sus esfuerzos atrevidos por cortejar a la chica hacen que algunos lugareños lo apoden el Loco. Cuando finalmente pide su mano en matrimonio, su padre se niega porque sería un escándalo que Rayra se casara con alguien que se consideraba mentalmente desequilibrado. Poco después, Rayra se casa con otro comerciante noble y rico que pertenecía a una tribu lejana, más allá del desierto. Cuando Manji se entera de su matrimonio, huye del campamento tribal y comienza a vagar por el desierto, su familia eventualmente abandona la esperanza de su regreso. A veces se lo veía recitándose poesía o escribiendo en la arena con un palo. Pero por desgracia durante el viaje Rayra enferma y muere, siendo enterrada ahí mismo. Finalmente, años más tarde se encuentran el cadáver de Manji en medio del desierto, junto a la tumba de su amada.
Esta obra al de ojos azules le traía buenos recuerdos, era de las favoritas de su madre, siendo esto uno de los principales motivos para aprender a tocar el oud y a cantar estas canciones. Cuando por fin la obra acabó, aún con el instrumento en sus piernas, hizo una pequeña inclinación de cabeza hacia la antaño kunoichi.
—Espero que haya sido de su agrado Kamahora-dono. —Dijo aún agachado, rezando por que le hubiera gustado la pieza musical.