13/03/2020, 00:49
—El mío es Kazuma —dijo el joven, apretando y luego soltando su mano—. Toma esto, te servirá.
Kazuma extrajo de su túnica un papel con una dirección de correo del servicio postal de la ciudad. La misma estaba a nombre de un tal Nikki (el cual era un alias suyo) y contenía una contraseña para retirar y otra para enviar. Aquello había sido un consejo de negocios de su tutor: el tener siempre una forma segura de comunicarse con los amigos.
—Enviar información sensible directo desde y hacia la aldea no es recomendable —dijo con franqueza—. Este es un servicio privado (seguro), por lo que puedes contactarme a través de él.
»Y creo que eso sería todo… Si no hay más, debo continuar con mi tarea original
Kazuma extrajo de su túnica un papel con una dirección de correo del servicio postal de la ciudad. La misma estaba a nombre de un tal Nikki (el cual era un alias suyo) y contenía una contraseña para retirar y otra para enviar. Aquello había sido un consejo de negocios de su tutor: el tener siempre una forma segura de comunicarse con los amigos.
—Enviar información sensible directo desde y hacia la aldea no es recomendable —dijo con franqueza—. Este es un servicio privado (seguro), por lo que puedes contactarme a través de él.
»Y creo que eso sería todo… Si no hay más, debo continuar con mi tarea original