15/03/2020, 20:44
—Ha sido muy ameno. —Sentenció la antigua kunoichi, lo cual le sacó una sonrisa al pelinegro. —No es usual conseguir a alguien que pueda interpretar una canción típica en su lengua original, eso le da bastante más valor.
—Si desea en un futuro escuchar más canciones tradicionales de Kaze no Kuni puede contar conmigo cuando usted guste, sería todo un honor. —Era raro encontrar a un extranjero que le agradaran esas canciones, Takumi tocaba cuando podía en su casa de Uzushio, pero que alguien más pudiera apreciarlo le agradaba de sobremanera.
—Sí, sí, ya se: se han ganado el derecho a que los reciba —Respondió a la expresión de Tamayo. —Pero no hoy, estoy un tanto cansada... Prepárenles unas habitaciones.[/sub] —«Va a ser lo mejor, el día de hoy ha sido muy largo.»
Una de las criadas marchó a cumplir las órdenes de su señora, Saki se levantó mas tarde y parecía que iba a irse a sus aposentos, pero antes de salir por la puerta se giró hacia los dos shinobis.
—Me han mostrado algo de mi interés, así que sería justo si yo les muestro algo que les interese a ustedes, ¿verdad? ¿Qué tal si me acompañan a un pequeño ejercicio matutino mañana? —Y ante esta pregunta la cara de Tamayo se tornó a una de preocupación, realizándoles señas para que declinaran la oferta. «Ehhh... Tengo curiosidad pero la reacción de Tamayo...»
—No quisiera molestarle. Además, con la oportunidad que nos ha dado es más que suficiente. —El de níveos cabellos respondió primero, siguiendo las advertencias de Tamayo.
—¿Es así? Tenía pensado probar el artefacto que me trajeron... —Los ojos del marionetista se abrieron como platos. —Pensé que después de tantos problemas les gustaría ver que era; digo, no todos los días se ve un... —«¿Un qué, un qué? Dios necesito saberlo ahora... Pero Tamayo-san, su cara... Pero es un artefacto... ¡AAAAAHHHHH!» —Bueno, si no se puede, no se puede... Quizá algún otro tenga interés de verlo algún día.
El kazejin cruzó la mirada con su compañero, le miró fijamente con una cara palpable de nerviosismo y preocupación; y procedió a dirigirse hacia la anciana artista.
—Estaré encantado de acompañarle, es una oportunidad que alguien como yo no puede desperdiciar.
—Si desea en un futuro escuchar más canciones tradicionales de Kaze no Kuni puede contar conmigo cuando usted guste, sería todo un honor. —Era raro encontrar a un extranjero que le agradaran esas canciones, Takumi tocaba cuando podía en su casa de Uzushio, pero que alguien más pudiera apreciarlo le agradaba de sobremanera.
—Sí, sí, ya se: se han ganado el derecho a que los reciba —Respondió a la expresión de Tamayo. —Pero no hoy, estoy un tanto cansada... Prepárenles unas habitaciones.[/sub] —«Va a ser lo mejor, el día de hoy ha sido muy largo.»
Una de las criadas marchó a cumplir las órdenes de su señora, Saki se levantó mas tarde y parecía que iba a irse a sus aposentos, pero antes de salir por la puerta se giró hacia los dos shinobis.
—Me han mostrado algo de mi interés, así que sería justo si yo les muestro algo que les interese a ustedes, ¿verdad? ¿Qué tal si me acompañan a un pequeño ejercicio matutino mañana? —Y ante esta pregunta la cara de Tamayo se tornó a una de preocupación, realizándoles señas para que declinaran la oferta. «Ehhh... Tengo curiosidad pero la reacción de Tamayo...»
—No quisiera molestarle. Además, con la oportunidad que nos ha dado es más que suficiente. —El de níveos cabellos respondió primero, siguiendo las advertencias de Tamayo.
—¿Es así? Tenía pensado probar el artefacto que me trajeron... —Los ojos del marionetista se abrieron como platos. —Pensé que después de tantos problemas les gustaría ver que era; digo, no todos los días se ve un... —«¿Un qué, un qué? Dios necesito saberlo ahora... Pero Tamayo-san, su cara... Pero es un artefacto... ¡AAAAAHHHHH!» —Bueno, si no se puede, no se puede... Quizá algún otro tenga interés de verlo algún día.
El kazejin cruzó la mirada con su compañero, le miró fijamente con una cara palpable de nerviosismo y preocupación; y procedió a dirigirse hacia la anciana artista.
—Estaré encantado de acompañarle, es una oportunidad que alguien como yo no puede desperdiciar.