17/03/2020, 00:01
(Última modificación: 17/03/2020, 00:04 por Taka Kisame. Editado 3 veces en total.)
Ahora habían pillado por el cuello a aquel engendro. A pesar de que el pelinegro aún no había recibido ningún rasguño, Ren se había llevado la peor parte y estaba siendo una pelea que, aunque controlada, no les había dado cuartel, o al menos no demasiado. El gebijuu estaba tomando toda su atención en él, y no podía dejar pasar la ocasión para lanzar la mejor ofensiva de la que era capaz. El bokken golpeó su cuello y consiguió hacerlo desequilibrarse, la situación comenzaba a ponerse de su lado, por fin.
Enlazó los archirepetidos sellos que conocía para atacar. Quizás un bago recurso pero sin duda eficaz para conseguir estabilizar un poco el combate e inclinar intensamente la balanza en favor de los shinobis de Amegakure. Una vez más, colocó sus manos en el suelo. Esto provocó que la bestia cayera sobre un mar de cuchillas rocosas y le produjera un enorme daño. Claro que Kisame había gastado una enorme parte de sus energías en aquel acto, y aún no sabía si aquello sería determinante para acabar con ella.
La criatura, temblorosa aulló de dolor mientras unos hilos de sangre comenzaban a hacerse evidentes en su cuerpo. Estaba herida de gravedad, de eso no cabía la menor duda...
Enlazó los archirepetidos sellos que conocía para atacar. Quizás un bago recurso pero sin duda eficaz para conseguir estabilizar un poco el combate e inclinar intensamente la balanza en favor de los shinobis de Amegakure. Una vez más, colocó sus manos en el suelo. Esto provocó que la bestia cayera sobre un mar de cuchillas rocosas y le produjera un enorme daño. Claro que Kisame había gastado una enorme parte de sus energías en aquel acto, y aún no sabía si aquello sería determinante para acabar con ella.
La criatura, temblorosa aulló de dolor mientras unos hilos de sangre comenzaban a hacerse evidentes en su cuerpo. Estaba herida de gravedad, de eso no cabía la menor duda...