18/03/2020, 01:02
Sasayami sonrió al ver a Kazuma y a Nubu. Parecía querer largarse a casa a la de ya. En cuanto el espadachín hubiese lanzado un par de mandobles, el pequeño se apresuró a apartar los pedazos cortados de bambú, dejándole a la niña espacio suficiente para salir sin problemas. Aun así, Nubu le tendió la mano.
—Ah, mi héroe. —dijo Sasayami, aunque sin mucha emoción. No obstante, Nubu se sentía ya un profesional del rescate, y lo demostraba con una sonrisa enorme y unos ojos decididos —. ¿Podemos irnos ya, por favor?
Los espadazos de Kazuma no habían hecho el suficiente ruido, pues la técnica de "Kitora" chillaba como aves por sobre el ruido del metal contra la madera. La villana hizo un sello con ambas manos justo cuando Daigo se le lanzaba un puñetazo. El golpe impactó, haciendo crujir su torso. Un instante después, Kitora se deshacía en una nubecilla para dejar una silla vieja, ahora rota, en su lugar. La verdadera aparecería del lado derecho del boxeador, colocando una mano en su hombro.
—Bu.
Un arco eléctrico conectaría entonces a Kitora con Daigo. La chica vería entonces a su hermana melliza lanzársele con una patada alta, la cual no le costaría mucho evitar gracias a su baja estatura, y una patada baja, la cual apenas y conseguiría bloquear con ambos brazos.
—¿Ah, sí? —La chica dio una palmada, hizo un sello y luego le lanzó un golpe a Ranko, haciendo una garra con la mano. Habría un estallido eléctrico y la de la trenza sentiría no solo el arco que se conectaría con ella, sino el jutsu con el cual su hermana la golpeaba.
—Ah, mi héroe. —dijo Sasayami, aunque sin mucha emoción. No obstante, Nubu se sentía ya un profesional del rescate, y lo demostraba con una sonrisa enorme y unos ojos decididos —. ¿Podemos irnos ya, por favor?
Los espadazos de Kazuma no habían hecho el suficiente ruido, pues la técnica de "Kitora" chillaba como aves por sobre el ruido del metal contra la madera. La villana hizo un sello con ambas manos justo cuando Daigo se le lanzaba un puñetazo. El golpe impactó, haciendo crujir su torso. Un instante después, Kitora se deshacía en una nubecilla para dejar una silla vieja, ahora rota, en su lugar. La verdadera aparecería del lado derecho del boxeador, colocando una mano en su hombro.
—Bu.
Un arco eléctrico conectaría entonces a Kitora con Daigo. La chica vería entonces a su hermana melliza lanzársele con una patada alta, la cual no le costaría mucho evitar gracias a su baja estatura, y una patada baja, la cual apenas y conseguiría bloquear con ambos brazos.
—¿Ah, sí? —La chica dio una palmada, hizo un sello y luego le lanzó un golpe a Ranko, haciendo una garra con la mano. Habría un estallido eléctrico y la de la trenza sentiría no solo el arco que se conectaría con ella, sino el jutsu con el cual su hermana la golpeaba.
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