18/03/2020, 20:27
Avanzó decidida por el callejón, sin prestar mucha atención a sus alrededores, hasta plantarse frente al portón. Aquel hombre todavía no había hecho su aparición, tampoco sería capaz de abrir seguramente la puerta por sus propios medios y los alambres que coronaban aquella puerta, bueno, era el menor de sus problemas. Podría subir por algún tejado cercano y entrar sin que eso le dificultase el paso, pero ahora que poseía una orden que la autorizaba a entrar y llevarse al animal, el resto de cosas eran indiferentes.
Intentó tomar un vistazo preliminar por alguna rendija lateral; y pese a que no supiera como encontrar aquel tipo, montar un escándalo seguramente fuera más que suficiente. El perro además se alteraría y de esa forma sabría si se hallaba en algún rincón escondido de su jardín. Comenzó entonces a golpear aquel portón, deseosa de restregarle por las narices a ese tiparraco su autorización.
Intentó tomar un vistazo preliminar por alguna rendija lateral; y pese a que no supiera como encontrar aquel tipo, montar un escándalo seguramente fuera más que suficiente. El perro además se alteraría y de esa forma sabría si se hallaba en algún rincón escondido de su jardín. Comenzó entonces a golpear aquel portón, deseosa de restregarle por las narices a ese tiparraco su autorización.