21/03/2020, 13:16
—Kurama... Él también está siguiendo las palabras de Padre, pero de otra manera. De la manera que lo ha interpretado él. Tiene a sus ocho Generales, ellos son los humanos con los que está colaborando. Alianza, lo llamó. Y su intención es convertirse en el Emperador de Ōnindo y que seamos los bijū los que gobernemos sobre los humanos —Si, tal y como había dicho Gyūki, esa era la idea de Kurama. Pero yo lucharía junto a Gyūki.—. En su momento, lo rechacé. Había ganado la libertad y sólo me interesaba vivir en paz, alejada de cualquier conflicto.
¿Y ahora pensaba en aceptarlo? O acaso...
En fin, daba igual. De momento no parecía un enemigo, y si Gyūki me había enviado a hablar con el cinco colas, es por que confiaba en él. Así que yo tendría que hacer lo mismo.
Ademas, por sus palabras de antes... Parecía que ahora le tenia cierto resquemor a Kurama, por lo que le había hecho Gyūki. Siendo sinceros, yo también. Sobretodo cuanto mas tiempo pasaba con Yuuna.
»Pero ahora os pregunto, humanos, ¿cuál es la verdadera visión de Padre sobre la Alianza de los bijū y los humanos? ¿La de mi Hermano Kurama, o...?
—No se cual es la verdadera visión de tu padre, pero por una parte entiendo a Kurama.
—¿Que dices? —Preguntó Yuuna Confundida.
—No me malinterpretes, le entiendo, pero desde luego no comparto sus ideas. Dejadme explicarme. Durante siglos, según nos contó Gyūki, los humanos hemos estado haciendo verdaderas barbaridades con los Bijuus. Los masacramos, los encerramos y los utilizamos como objetos. Nuestros antepasados los obligaron a pelearse entre ellos, utilizándolos como armas. Y en la actualidad, en las academias, nos enseñan que los Bijuus no son mas que bestias gigantescas formadas de chakra cuyo único propósito es destruir. Es normal que Kurama nos vea cómo el gran mal de Oonindo y haya interpretado las palabras de su padre de esa manera.
Pero esto solo lo sabía por las palabras de Gyūki. Era él quien nos había hablado del pasado. ¿Podíamos confiar en las palabras de un Bijuu? Yo desde luego si. Para mi era un buen amigo. Había salvado mi vida y mi corazón.
—Pero Gyūki, uno de los Bijuus quien también ha sufrido todo eso, dijo que Kurama estaba equivocado, que no tenía razón, y que con sus actos, se había convertido en el verdadero mal. No puedo decirte que era lo que había en la cabeza de tu padre, pero yo confío en Gyūki como uno de mis mejores amigos, y si el dice que Kurama se equivoca, yo pelearé de su parte.
—Yo también confío en Gyūki. Si mi padre confiaba en él como un buen amigo, yo también lo haré.
Ahora bien. ¿Como le sentarían al Bijuu aquellas palabras?
¿Y ahora pensaba en aceptarlo? O acaso...
En fin, daba igual. De momento no parecía un enemigo, y si Gyūki me había enviado a hablar con el cinco colas, es por que confiaba en él. Así que yo tendría que hacer lo mismo.
Ademas, por sus palabras de antes... Parecía que ahora le tenia cierto resquemor a Kurama, por lo que le había hecho Gyūki. Siendo sinceros, yo también. Sobretodo cuanto mas tiempo pasaba con Yuuna.
»Pero ahora os pregunto, humanos, ¿cuál es la verdadera visión de Padre sobre la Alianza de los bijū y los humanos? ¿La de mi Hermano Kurama, o...?
—No se cual es la verdadera visión de tu padre, pero por una parte entiendo a Kurama.
—¿Que dices? —Preguntó Yuuna Confundida.
—No me malinterpretes, le entiendo, pero desde luego no comparto sus ideas. Dejadme explicarme. Durante siglos, según nos contó Gyūki, los humanos hemos estado haciendo verdaderas barbaridades con los Bijuus. Los masacramos, los encerramos y los utilizamos como objetos. Nuestros antepasados los obligaron a pelearse entre ellos, utilizándolos como armas. Y en la actualidad, en las academias, nos enseñan que los Bijuus no son mas que bestias gigantescas formadas de chakra cuyo único propósito es destruir. Es normal que Kurama nos vea cómo el gran mal de Oonindo y haya interpretado las palabras de su padre de esa manera.
Pero esto solo lo sabía por las palabras de Gyūki. Era él quien nos había hablado del pasado. ¿Podíamos confiar en las palabras de un Bijuu? Yo desde luego si. Para mi era un buen amigo. Había salvado mi vida y mi corazón.
—Pero Gyūki, uno de los Bijuus quien también ha sufrido todo eso, dijo que Kurama estaba equivocado, que no tenía razón, y que con sus actos, se había convertido en el verdadero mal. No puedo decirte que era lo que había en la cabeza de tu padre, pero yo confío en Gyūki como uno de mis mejores amigos, y si el dice que Kurama se equivoca, yo pelearé de su parte.
—Yo también confío en Gyūki. Si mi padre confiaba en él como un buen amigo, yo también lo haré.
Ahora bien. ¿Como le sentarían al Bijuu aquellas palabras?