25/03/2020, 23:50
El hombre pareció estremecerse ante el improperio de la shinobi de la lluvia. Si, a pesar de que fuese una niña y no tuviese ningún aspecto amenazador, no dejaba de ser una autoridad en casi cualquier parte del país. El hombre avanzó con la cabeza gacha hacia ellos. Parecía no atreverse a mirarles a la cara, estaba asustado, pero era de ellos. Kisame le observaba inquisidoramente. Aquel tipo debía saber más de lo que les había dicho, parecía que quería quitarse el marrón de encima y había visto en ellos una ayuda para que su rebaño dejase de ser diezmado. El hombre, finalmente se atrevió a mirar a Ren levemente y comenzó a hacer reverencias de disculpa, exage´randolas bastante.
-Disculpe, disculpe shinobi-senpai... Yo... yo solo quería librarme de la amenaza, no sabía cuan fuerte era... Yo solo soy un pastor... Yo so... Trataba de decir, pero el pelinegro le interrumpió con voz severa.
-Un mentiroso. Si no hubiese contado falsos testimonios con anterioridad el pueblo hubiese avisado de su desgracia a Amegakure y posiblemente le habrían mandado a unos shinobis capacitados. ¿Se da cuenta de la magnitud de esto? Mi compañera ha estado a punto de perder la vida. Y yo mismo, gracias a Amenokami he salido ileso... ¿Realmente cree que dos genin estaban capacitados para enfrentarse a esa cosa? -Sentenció mirándole con rabia.
El hombre se alejó unos metros, parecía no saber que decir. Lo cierto es que de no haber sido por ellos, posiblemente su rebaño hubiera muerto, por completo. No obstante, aquello se podría haber resuelto rápidamente con una carta a Amekoro-sama. Kisame avanzó hacia el hombre y miró a Ren. Sabía que ella quería intervenir, pero antes...
-Quiero que se encargue personalmente de que Himura-chan esté en condiciones para volver a Amegakure, tenemos que informar de esto -Dijo, volviéndose hacia ella por si quería añadir algo. Si, había utilizado ese honorífico... ¿Por qué?
-Disculpe, disculpe shinobi-senpai... Yo... yo solo quería librarme de la amenaza, no sabía cuan fuerte era... Yo solo soy un pastor... Yo so... Trataba de decir, pero el pelinegro le interrumpió con voz severa.
-Un mentiroso. Si no hubiese contado falsos testimonios con anterioridad el pueblo hubiese avisado de su desgracia a Amegakure y posiblemente le habrían mandado a unos shinobis capacitados. ¿Se da cuenta de la magnitud de esto? Mi compañera ha estado a punto de perder la vida. Y yo mismo, gracias a Amenokami he salido ileso... ¿Realmente cree que dos genin estaban capacitados para enfrentarse a esa cosa? -Sentenció mirándole con rabia.
El hombre se alejó unos metros, parecía no saber que decir. Lo cierto es que de no haber sido por ellos, posiblemente su rebaño hubiera muerto, por completo. No obstante, aquello se podría haber resuelto rápidamente con una carta a Amekoro-sama. Kisame avanzó hacia el hombre y miró a Ren. Sabía que ella quería intervenir, pero antes...
-Quiero que se encargue personalmente de que Himura-chan esté en condiciones para volver a Amegakure, tenemos que informar de esto -Dijo, volviéndose hacia ella por si quería añadir algo. Si, había utilizado ese honorífico... ¿Por qué?