26/03/2020, 02:06
Un nuevo golpe llego, y los espectadores prorrumpieron en vítores; como si su causa estuviese siendo la triunfadora de alguna pugna importante. Mientras tanto, la maestra activo el mecanismo que retraía el brazo mecánico, que se había mantenido unido a su cuerpo mediante una especie de cable metálico.
—¡Kazuma-kun! ¡Saca tu espada y mantenla entretenida a corta distancia, yo me encargo de cubrirte desde lejos! —Intentó alentar a su compañero para que le ayudara a lidiar con su oponente.
—A eso me refiero, inténtenlo de verdad —exigió la maestra mientras volvía a acoplar la extremidad artificial.
—Eso hare —respondió él mientras se reincorporaba.
Como era usual, no era quien daba el primer golpe. Aquello le recordaba unas sesiones de entrenamiento bastante desagradable, dirigidas por cierta persona algo sádica. La similitud con otras experiencias le ayudo a aclarar su pensamiento y decidirse.
«Pues si hay que pelear, es mejor darlo todo», pensó mientras desenvainaba su ninjato; siendo eso una clara muestra de que se lo tomaba enserio, pues generalmente se limitaba a usar su espada de madera.
Ya sin duda y sin miramientos se abalanzo contra la maestra, esgrimiendo su espada en una serie de cortes laterales. Saki se limitaba a esquivar, pues le era claro que el muchacho estaba buscando su brazo artificial. Kazuma creía que ella lo defendería; pues si tenía la misma constitución de una marioneta básica, aquel seria su punto débil. Sin embargo, la realidad resulto ser distinta: Saki espero un paso en falso, una abertura, y arrojo su brazo mecánico hacia el joven. El genin se preparó para un interceptar el golpe con el filo de su arma y así hacer algún daño; pero aquella mano se abrió y de la punta de sus dedos, como si fuesen garras, emergieron unas cuchillas. Estas al golpear le sacaron chispas al ninjato, haciéndole retroceder y caer al tiempo que le causaba algunos cortes en el brazo.
«Me tiene», pensó mientras estaba caído, mientras la titiritera se preparaba para atacarle de nuevo si nada se lo impedía.
—¡Kazuma-kun! ¡Saca tu espada y mantenla entretenida a corta distancia, yo me encargo de cubrirte desde lejos! —Intentó alentar a su compañero para que le ayudara a lidiar con su oponente.
—A eso me refiero, inténtenlo de verdad —exigió la maestra mientras volvía a acoplar la extremidad artificial.
—Eso hare —respondió él mientras se reincorporaba.
Como era usual, no era quien daba el primer golpe. Aquello le recordaba unas sesiones de entrenamiento bastante desagradable, dirigidas por cierta persona algo sádica. La similitud con otras experiencias le ayudo a aclarar su pensamiento y decidirse.
«Pues si hay que pelear, es mejor darlo todo», pensó mientras desenvainaba su ninjato; siendo eso una clara muestra de que se lo tomaba enserio, pues generalmente se limitaba a usar su espada de madera.
Ya sin duda y sin miramientos se abalanzo contra la maestra, esgrimiendo su espada en una serie de cortes laterales. Saki se limitaba a esquivar, pues le era claro que el muchacho estaba buscando su brazo artificial. Kazuma creía que ella lo defendería; pues si tenía la misma constitución de una marioneta básica, aquel seria su punto débil. Sin embargo, la realidad resulto ser distinta: Saki espero un paso en falso, una abertura, y arrojo su brazo mecánico hacia el joven. El genin se preparó para un interceptar el golpe con el filo de su arma y así hacer algún daño; pero aquella mano se abrió y de la punta de sus dedos, como si fuesen garras, emergieron unas cuchillas. Estas al golpear le sacaron chispas al ninjato, haciéndole retroceder y caer al tiempo que le causaba algunos cortes en el brazo.
«Me tiene», pensó mientras estaba caído, mientras la titiritera se preparaba para atacarle de nuevo si nada se lo impedía.
![[Imagen: aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif]](https://i.pinimg.com/originals/aa/b6/87/aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif)