27/03/2020, 21:11
Silencio, como la calma después de la tormenta, aunque más que amainar parecía que ahora estaban en el ojo del huracán, rodeados aún de la furia de la tempestad pero a su vez en un espacio de aparente sensatez ante la rabia. Desde los ojos de un tercero, al menos había podido mediar como un juez en la medida de la posible con imparcialidad. Sin embargo, aunque en apariencia sus palabras habían logrado entrar en las seseras del par de mayor edad, hasta ahí terminaba su intervención. El resto, dependía de ellos.
"Vaya relajo." Se acomodó el fleco.
—Yo me largo, que no tengo más vela en este entierro — Se metió las manos a los bolsillos y se giró sobre sus talones dándoles la espalda a ambos. —Aotsuki, creo que de todas maneras no íbamos a conseguir una mesa allá abajo. Será entonces un hasta luego... Con permiso — si nada se lo impedía, simplemente regresaría por dónde vino y bajaría las escaleras para salir de ahí.
Sin embargo, estaba confiado en que las cosas no iban a terminar tan mal como parecía en un inicio. Ciertamente tenia esa fe.
"Vaya relajo." Se acomodó el fleco.
—Yo me largo, que no tengo más vela en este entierro — Se metió las manos a los bolsillos y se giró sobre sus talones dándoles la espalda a ambos. —Aotsuki, creo que de todas maneras no íbamos a conseguir una mesa allá abajo. Será entonces un hasta luego... Con permiso — si nada se lo impedía, simplemente regresaría por dónde vino y bajaría las escaleras para salir de ahí.
Sin embargo, estaba confiado en que las cosas no iban a terminar tan mal como parecía en un inicio. Ciertamente tenia esa fe.