30/03/2020, 15:30
Eri arremetió con todo lo que tenía, sin pensar, por un instante, que a lo mejor Reiji podía salir herido por su inexperiencia con su Naginata, aún así, él, más experto en el arte de la espada que la Uzumaki, logró esquivar su golpe directo saltando, buscando acabar sobre el mango para restarle movimiento a la chica.
Pero algo no fue bien: el chico parecía no haber llevado bien a cabo su plan, por lo cual se resbaló y cayó contra el suelo. Eri, mientras tanto, se había desestabilizado por el peso del chico sobre su arma y había caído también de culo al haber estado de cuclillas demasiado tiempo.
—Vaya... Eso ha salido bastante mal...
—La idea era buena —dijo ella, sujetando la Naginata de nuevo con ambas manos—. Yo, en cambio, voy a necesitar más entrenamiento con esta preciosidad si quiero dominarla... —dijo, mirando el arma detenidamente.
Pero algo no fue bien: el chico parecía no haber llevado bien a cabo su plan, por lo cual se resbaló y cayó contra el suelo. Eri, mientras tanto, se había desestabilizado por el peso del chico sobre su arma y había caído también de culo al haber estado de cuclillas demasiado tiempo.
—Vaya... Eso ha salido bastante mal...
—La idea era buena —dijo ella, sujetando la Naginata de nuevo con ambas manos—. Yo, en cambio, voy a necesitar más entrenamiento con esta preciosidad si quiero dominarla... —dijo, mirando el arma detenidamente.