31/03/2020, 17:41
—Takumi, tengo una idea. Pero necesito que la mantengas ocupada y que mantengas distancia… Te estaré apoyando, y cuando vea una oportunidad atacare.
—Perfecto, confío en ti.
El kusajin se dedicó a distraerla a distancia con shurikens mientras Takumi hacía lo propio con Mono y esto parece que hizo efecto, la edad no perdona por lo que se veía a Saki algo fatigada de utilizar su brazo mecánico. Tras apartar a la marioneta del kazejin la kunoichi dirigió su brazo hacia el primero, lanzando su mano directa al cuello y agarrando su cuello.
—¡Ahggg! —Por la asfixia dirigió sus manos sin pensarlo a la mano mecánica buscando rebajar la presión.
Pero parecía que Kazuma había pensado lo mismo que el genin del Remolino: había que cortar el cable. Comenzó a acumular chakra en su ninjatō en forma de niebla grisácea y de un tajo salió disparada una cuchilla directa hacia el cable que unía la mano y el resto del artefacto. «No es que haya visto a muchos espadachines, pero ese tipo de técnica ni me suena haber oído hablar de algo similar...»
La cuchilla voladora del peliblanco cortó de lleno el cable y la mano que agarraba el cuello del kazejin se precipitó al suelo, inerte. «Ahora, es el momento.»
—¡Ahora, Takumi-san, ataquemos!
—¡Vamos!
El de gafas lanzó en un vuelo bajo a su marioneta hacia las piernas de la artista, buscando hacerle unos cortes en sus piernas que le impidieran luchar cómodamente.
—Perfecto, confío en ti.
El kusajin se dedicó a distraerla a distancia con shurikens mientras Takumi hacía lo propio con Mono y esto parece que hizo efecto, la edad no perdona por lo que se veía a Saki algo fatigada de utilizar su brazo mecánico. Tras apartar a la marioneta del kazejin la kunoichi dirigió su brazo hacia el primero, lanzando su mano directa al cuello y agarrando su cuello.
—¡Ahggg! —Por la asfixia dirigió sus manos sin pensarlo a la mano mecánica buscando rebajar la presión.
Pero parecía que Kazuma había pensado lo mismo que el genin del Remolino: había que cortar el cable. Comenzó a acumular chakra en su ninjatō en forma de niebla grisácea y de un tajo salió disparada una cuchilla directa hacia el cable que unía la mano y el resto del artefacto. «No es que haya visto a muchos espadachines, pero ese tipo de técnica ni me suena haber oído hablar de algo similar...»
La cuchilla voladora del peliblanco cortó de lleno el cable y la mano que agarraba el cuello del kazejin se precipitó al suelo, inerte. «Ahora, es el momento.»
—¡Ahora, Takumi-san, ataquemos!
—¡Vamos!
El de gafas lanzó en un vuelo bajo a su marioneta hacia las piernas de la artista, buscando hacerle unos cortes en sus piernas que le impidieran luchar cómodamente.