1/04/2020, 18:34
Y de nuevo, se había pasado pueblo y medio. Muy a su pesar, el lanzamiento de la botella había terminado dando sin querer en la nuca del hombre, que claramente cayó en desesperación y corrió como si la vida le pendiese en ello. El chico en cambio, cada vez veía más nublada su visión sobre lo que debía y lo que tenía que hacer. No era apenas capaz de diferenciar cómo actuar y cómo no, a cada acción que realizaba le salían diez contras. Sin duda la diosa Fortuna no les estaba sonriendo.
Etsu terminó por tomar asiento, de nuevo contra la pared hasta reposar su pandero en el suelo. Ahí quedaría hasta que alguno de esos maleantes se acercase lo suficiente, tenía tiempo para meditar un poco. Al menos eso pensaba, que tendría un buen rato de paz. Pero en fin, como bien dice el abuelo, disfruta de los tiempos de paz porque la guerra siempre acecha.
Quizás dejar de lado el tema de Búho no era la mejor de las ideas, y más aún teniendo en cuenta el estado en que tenía esa herida. Pero por otro lado, debía llamar la atención del grandullón de los Cuatro, y ya había metido bastante la pata como para quedar a medias en las dos cosas. No podía echarse atrás ahora, no después de todo lo hecho. Si Búho tenía que morir por el bien de la misión, quizás lo mejor era asumirlo...
Por un instante el Inuzuka pensó así, pero casi de inmediato tuvo que dejar caer un suspiro.
«Tío, estás perdiendo un poco el norte...»
Etsu terminó por tomar asiento, de nuevo contra la pared hasta reposar su pandero en el suelo. Ahí quedaría hasta que alguno de esos maleantes se acercase lo suficiente, tenía tiempo para meditar un poco. Al menos eso pensaba, que tendría un buen rato de paz. Pero en fin, como bien dice el abuelo, disfruta de los tiempos de paz porque la guerra siempre acecha.
Quizás dejar de lado el tema de Búho no era la mejor de las ideas, y más aún teniendo en cuenta el estado en que tenía esa herida. Pero por otro lado, debía llamar la atención del grandullón de los Cuatro, y ya había metido bastante la pata como para quedar a medias en las dos cosas. No podía echarse atrás ahora, no después de todo lo hecho. Si Búho tenía que morir por el bien de la misión, quizás lo mejor era asumirlo...
Por un instante el Inuzuka pensó así, pero casi de inmediato tuvo que dejar caer un suspiro.
«Tío, estás perdiendo un poco el norte...»
~ No muerdas lo que no piensas comerte ~