2/04/2020, 13:06
Rōga no se inmutó del sitio, ni si quiera se sintió cohibido por la capa de chakra eléctrico que la cubría en su totalidad. Simplemente se quedó ahí, parado, alegando que al menos pronunciaba bien su apellido. En combate parecía arrogante, confiado por sus habilidades, esperando el primer golpe por su contrincante, algo que recordó a Eri a sí misma, pues a ella le gustaba encajar el primer golpe para conocer lo que puede dar su rival.
Rodó los ojos y volvió a posarlos en los del chico. ¿Quería que comenzase ella? Muy bien, lo haría.
Sus piernas comenzaron a correr en dirección a Rōga sin descanso, tratando de recortar toda la distancia que los separaba. Había entrenado su físico y quería recordarse mentalmente que era ágil, o eso habían dicho de ella, por lo que, pronto, gracias a la armadura que la rodeaba y su entrenamiento, recortó lo que la quedaba para, rápidamente, rodearlo y pegarle una patada en la espalda.
Rodó los ojos y volvió a posarlos en los del chico. ¿Quería que comenzase ella? Muy bien, lo haría.
Sus piernas comenzaron a correr en dirección a Rōga sin descanso, tratando de recortar toda la distancia que los separaba. Había entrenado su físico y quería recordarse mentalmente que era ágil, o eso habían dicho de ella, por lo que, pronto, gracias a la armadura que la rodeaba y su entrenamiento, recortó lo que la quedaba para, rápidamente, rodearlo y pegarle una patada en la espalda.