2/04/2020, 14:00
—Bueno, Reiji-san, prometo que entrenaré duro con mi Naginata, y la próxima vez, espero que nos midamos con armas de verdad, los dos, aunque me expongo a que me des una soberana paliza —bromeó Eri—. Gracias por todo lo que has hecho por mí.
—Bueno, si nos peleamos solo con armas, estaré encantado de no ser el apalizado por una vez en la vida. —Le devolví la broma. —Aunque si vamos con todo, también estaré encantado de recibir una paliza, eso sí, no sin defenderme.
»En fin, no ha sido nada, siempre es un placer hacer armas nuevas que contribuyan a convertirme en Leyenda. Cuando todos llegues a la cima con las armas que yo forjé, los libros de historia hablarán de mi destreza.
Por que ese era mi camino. Seria un buen soldado, si, un buen shinobi para uzushiogakure, por supuesto, pero la historia me conocería como el herrero que forjó las mas grandes armas de los Uzukages y de los mejores ninjas de la historia.
—Hasta luego, Eri.
Me despedí de ella con una sonrisa mientras observaba como se alejaba hacia el final de la calle.
Un cliente satisfecho es la mejor forma de promocionar mi negocio, y poco a poco iba sumando adeptos, entre ellos, el uzukage. Aunque no podía considerarse un cliente, de momento.
—Bueno, si nos peleamos solo con armas, estaré encantado de no ser el apalizado por una vez en la vida. —Le devolví la broma. —Aunque si vamos con todo, también estaré encantado de recibir una paliza, eso sí, no sin defenderme.
»En fin, no ha sido nada, siempre es un placer hacer armas nuevas que contribuyan a convertirme en Leyenda. Cuando todos llegues a la cima con las armas que yo forjé, los libros de historia hablarán de mi destreza.
Por que ese era mi camino. Seria un buen soldado, si, un buen shinobi para uzushiogakure, por supuesto, pero la historia me conocería como el herrero que forjó las mas grandes armas de los Uzukages y de los mejores ninjas de la historia.
—Hasta luego, Eri.
Me despedí de ella con una sonrisa mientras observaba como se alejaba hacia el final de la calle.
Un cliente satisfecho es la mejor forma de promocionar mi negocio, y poco a poco iba sumando adeptos, entre ellos, el uzukage. Aunque no podía considerarse un cliente, de momento.