2/04/2020, 23:10
— ¡Oh, no! ¡Socorro que alguien me ayude! — bramó con suavidad cuando este comenzó a ladrarle para después placarla contra su pierna. Comenzó a reír cuando este dio vueltas una y otra vez sobre ella, para después intentar morderla con una débil fuerza en sus mandíbulas. — Jeje, eres mío pequeñin — aquel era el momento perfecto; parecía del todo confiado en su poderío y Ren no dudó un instante en echarle el guante al animalito, para alzarlo con las manos extendidas y verlo de aquella forma mejor.