Al no sentir un impacto tras su hombro supo que algo no andaba bien. Movió su cabeza rápidamente en todos direcciones y fue entonces cuando se dio cuenta de que ella pasó de pronto a una ofensiva aérea.
No estaba bien, no estaba nada bien. Desperdiciar casi la mitad de su de por sí escasa reserva de chakra era peor que recibir daño. ¿El combate iba a terminar así de rápido? Sí. Por que él tenía toda la intención de terminarlo ahí mismo.
Las agujas se clavaron en él y el Yotsuki apretó los dientes, pero cómo Eri ya había podido constatar antes, Rōga era un hueso duro de roer; no por que poseyera un cuerpo curtido ni nada por el estilo, sino por su temple y su fuerte carácter orgulloso. Soportó el dolor, porque tenía que actuar antes de que ella cayese. Donde llovieron las agujas ya no quedó ni su sombra, pero ella notaría que esa sombra ahora estaba estaba justo tras su espalda. Era SU TURNO: "¿Ahora a dónde vas a correr?" El aire era el único sitio donde la presteza de sus pies no le iban a ayudar a escapar y era algo que el Yotsuki pretendía capitalizar al máximo.
Se la iba a jugar a una última carta.
Tenía la mirada afilada mientras imbuía su brazo con electricidad, todo o nada en un último intento.
Esta vez no iba a ser un codazo, esta vez era la técnica insignia de su clan. Ella sentiría un golpe amplio con todo el brazo del Yotsuki pero no con ello con menos potencia. Incluso había puesto unas migas más de chakra a la mezcla. Lo tenía muy claro, darle un impacto global lo suficientemente potente para mandarla a dormir al piso. Tal vez ella tenía más experiencia en Raiton que él, pero él era un Yotsuki, el del Relámpago Argénteo y estaba plenamente confiado de que a menos que se sacase una brujería rara esta vez no iba a tener manera de quitarse el impacto. Iba a quedarse sin prácticamente nada de chakra y completamente agotado sin siquiera poder moverse básicamente, pero el noqueo técnico era su última opción para salir airoso de esa contienda.
Si lograba su cometido, trataría de caer tras ella en una improvisada embestida que aunque no fuese demasiado dañina, al menos le aseguraría amortiguar su propia caída. Las fauces del cachorro de lobo se abrirían, con sed de victoria.
PV–
CK–
Daños causados: 150 PV Lariat con Relámpago Argénteo, posibles 3 PV de placaje.
Accciones Ocultas:
No estaba bien, no estaba nada bien. Desperdiciar casi la mitad de su de por sí escasa reserva de chakra era peor que recibir daño. ¿El combate iba a terminar así de rápido? Sí. Por que él tenía toda la intención de terminarlo ahí mismo.
Las agujas se clavaron en él y el Yotsuki apretó los dientes, pero cómo Eri ya había podido constatar antes, Rōga era un hueso duro de roer; no por que poseyera un cuerpo curtido ni nada por el estilo, sino por su temple y su fuerte carácter orgulloso. Soportó el dolor, porque tenía que actuar antes de que ella cayese. Donde llovieron las agujas ya no quedó ni su sombra, pero ella notaría que esa sombra ahora estaba estaba justo tras su espalda. Era SU TURNO: "¿Ahora a dónde vas a correr?" El aire era el único sitio donde la presteza de sus pies no le iban a ayudar a escapar y era algo que el Yotsuki pretendía capitalizar al máximo.
Se la iba a jugar a una última carta.
Tenía la mirada afilada mientras imbuía su brazo con electricidad, todo o nada en un último intento.
—¡YOOOOOOOOOOSHAAAAAAAAAAA!!!—
Esta vez no iba a ser un codazo, esta vez era la técnica insignia de su clan. Ella sentiría un golpe amplio con todo el brazo del Yotsuki pero no con ello con menos potencia. Incluso había puesto unas migas más de chakra a la mezcla. Lo tenía muy claro, darle un impacto global lo suficientemente potente para mandarla a dormir al piso. Tal vez ella tenía más experiencia en Raiton que él, pero él era un Yotsuki, el del Relámpago Argénteo y estaba plenamente confiado de que a menos que se sacase una brujería rara esta vez no iba a tener manera de quitarse el impacto. Iba a quedarse sin prácticamente nada de chakra y completamente agotado sin siquiera poder moverse básicamente, pero el noqueo técnico era su última opción para salir airoso de esa contienda.
Si lograba su cometido, trataría de caer tras ella en una improvisada embestida que aunque no fuese demasiado dañina, al menos le aseguraría amortiguar su propia caída. Las fauces del cachorro de lobo se abrirían, con sed de victoria.
Estado de Rōga
PV
182/225
-30
–CK
44/225
-14
– -72
– -18
–Daños causados: 150 PV Lariat con Relámpago Argénteo, posibles 3 PV de placaje.
Accciones Ocultas: