4/04/2020, 17:36
"No way" La Uzumaki logró no sólo amortiguar el golpe con una misteriosa técnica de cadenas, sino que logró apartarse del impacto del genin, convirtiendo su caída con estilo en un aparatoso aterrizaje.
Para colmo, la Uzumaki había soportado de forma increíble el castigo por parte del Yotsuki, sin siquiera mostrar señas de conmoción. El genin alzaría la mirada, siendo que por un momento uno de sus afilados ojos sería visible cuando el sol iluminase a través del cristal oscuro, poniéndose medianamente de pie lo más rápido que pudo.
Hubiese sido muy romántico decir que el Lobo saltó sobre su presa, lo suficiente para que sintiera su aliento en su rostro. Más, por mucho que su alma desease darle caza y devorar a su oponente, su cuerpo no podía cumplir aquella exigencia. Lo cierto es que sin poder usar chakra para impulsarse, aquel salto no fue más que un paso largo, y sus piernas fatigadas no le daban para dar otro. Aquellas místicas cadenas le apresaron, frenándole en seco.
Y aún así, el Lobo estaba sonriendo siniestro. Era alguien que adoraba medirse contra oponentes poderosos, ¿así se sentía enfrentarse a un jōnin de otra aldea? Casi se estaba arrepintiendo de no haber utilizado su técnica más potente, por consideración a su rival. Apenas había logrado quedar a poco menos de dos metros de su oponente, pero aunque estuviese encadenado, no perdía su mueca amenazante. ¿Tan ofuscado le tenía la sed de sangre? Era difícil de saber si no lo conocías bien. Ahí, le miraba. No importaba que el día estuviese despejado, Eri podía sentir un aura de tormenta proveniente de Rōga.
PV–
CK–
Daños causados:
Accciones Ocultas:
Para colmo, la Uzumaki había soportado de forma increíble el castigo por parte del Yotsuki, sin siquiera mostrar señas de conmoción. El genin alzaría la mirada, siendo que por un momento uno de sus afilados ojos sería visible cuando el sol iluminase a través del cristal oscuro, poniéndose medianamente de pie lo más rápido que pudo.
Hubiese sido muy romántico decir que el Lobo saltó sobre su presa, lo suficiente para que sintiera su aliento en su rostro. Más, por mucho que su alma desease darle caza y devorar a su oponente, su cuerpo no podía cumplir aquella exigencia. Lo cierto es que sin poder usar chakra para impulsarse, aquel salto no fue más que un paso largo, y sus piernas fatigadas no le daban para dar otro. Aquellas místicas cadenas le apresaron, frenándole en seco.
Y aún así, el Lobo estaba sonriendo siniestro. Era alguien que adoraba medirse contra oponentes poderosos, ¿así se sentía enfrentarse a un jōnin de otra aldea? Casi se estaba arrepintiendo de no haber utilizado su técnica más potente, por consideración a su rival. Apenas había logrado quedar a poco menos de dos metros de su oponente, pero aunque estuviese encadenado, no perdía su mueca amenazante. ¿Tan ofuscado le tenía la sed de sangre? Era difícil de saber si no lo conocías bien. Ahí, le miraba. No importaba que el día estuviese despejado, Eri podía sentir un aura de tormenta proveniente de Rōga.
Estado de Rōga
PV
182/225
CK
64/225
+20
–Daños causados:
Accciones Ocultas: