5/04/2020, 13:54
«Parece que lo he provocado» pensó Daigo, justo detrás de la nube de humo, tomando el sonido del agua destruyendo todo a su paso como su verdadera oportunidad.
La enorme ola de agua arrasó con la sombra, y con la nube de polvo, y con el Bunshin que esperaba dentro de esta, y con todo lo que tocaba hasta crear un pequeño lago en medio del estadio.
Daigo no estaba allí.
Tan pronto como había escuchado la gigantesca ola chocando contra el suelo y supo que estaba en peligro, el peliverde utilizó todas las fuerzas que todavía quedaban en sus maltrechas piernas para saltar a unos cinco metros de altura, en dirección a Datsue, parcialmente al principio por la nube de polvo y el propio ataque del Uchiha.
—¡EH, UCHIHA-SAN! —Gritó Daigo —el verdadero, el único que quedaba en el escenario—, mientras acababa una serie de sellos en medio del aire—. Te lo prometí.
Todo pareció ir según el plan. El clon que había lanzado para provocarlo, la nube de polvo para ocultar sus movimientos —aunque esta no duró tanto como pensaba— , incluso el bunshin que había dejado justo al borde para que pareciera que el chico estaba más cerca de lo que en realidad estaba. Todo había sido para darle esta oportunidad. La última.
—¡FŪTON: KAZENAMI NO JUTSU!
Una vez más, el joven Tigre sopló con todas sus fuerzas, esta vez creando una enorme cuchilla de viento de dos metros de ancho que, a pesar de su apariencia, pretendía que estallara contra Datsue y destrozara el muro que había creado tras él, sacándolo definitivamente del escenario.
Una vez más, el Tsukiyamma Daigo se había excedido, ¿pero qué otra cosa podía hacer? Ahí estaba, su última oportunidad, su mejor ataque.
El último.
La enorme ola de agua arrasó con la sombra, y con la nube de polvo, y con el Bunshin que esperaba dentro de esta, y con todo lo que tocaba hasta crear un pequeño lago en medio del estadio.
Daigo no estaba allí.
Tan pronto como había escuchado la gigantesca ola chocando contra el suelo y supo que estaba en peligro, el peliverde utilizó todas las fuerzas que todavía quedaban en sus maltrechas piernas para saltar a unos cinco metros de altura, en dirección a Datsue, parcialmente al principio por la nube de polvo y el propio ataque del Uchiha.
—¡EH, UCHIHA-SAN! —Gritó Daigo —el verdadero, el único que quedaba en el escenario—, mientras acababa una serie de sellos en medio del aire—. Te lo prometí.
Todo pareció ir según el plan. El clon que había lanzado para provocarlo, la nube de polvo para ocultar sus movimientos —aunque esta no duró tanto como pensaba— , incluso el bunshin que había dejado justo al borde para que pareciera que el chico estaba más cerca de lo que en realidad estaba. Todo había sido para darle esta oportunidad. La última.
—¡FŪTON: KAZENAMI NO JUTSU!
Una vez más, el joven Tigre sopló con todas sus fuerzas, esta vez creando una enorme cuchilla de viento de dos metros de ancho que, a pesar de su apariencia, pretendía que estallara contra Datsue y destrozara el muro que había creado tras él, sacándolo definitivamente del escenario.
Una vez más, el Tsukiyamma Daigo se había excedido, ¿pero qué otra cosa podía hacer? Ahí estaba, su última oportunidad, su mejor ataque.
El último.
![[Imagen: IMG-20210515-202948-586.png]](https://i.ibb.co/fqtcMG8/IMG-20210515-202948-586.png)
¡Muchas gracias a Nao por el sensual avatar y a Ranko por la pedazo de firma!
Team pescado.