6/04/2020, 03:36
Y entonces, lo vio. Allá arriba, en el cielo, gritándole por su apellido. Por el nombre que llevaba escrito a sangre en su mirada. Formando una serie de sellos tras haber esquivado el poderoso Suiton.
El Sharingan de Datsue registró aquellos sellos, y percibió la súbita bajada de chakra del kusajin. Se creía más que capaz de repeler aquel ataque con uno de los suyos. Pero, ¿qué demostraría con eso? ¿Qué mensaje enviaría? Un choque de ninjutsu ganado. Uno de tantos. ¿Qué había de especial en ello? No, él le había pedido a Daigo que le enviase su mejor técnica. Y lo había hecho por un motivo.
Abrió los brazos, chaleco abierto y pecho al descubierto, y cuando el engendro de Fūjin llegó hasta él…
… no se apartó.
… no trató de aplacarlo con el fuego de Amaterasu.
… no huyó.
… ni tan siquiera… se movió.
No, Uchiha Datsue se comió aquella técnica. A bocajarro, sin paliativos. Sin tonterías. La devoró. De principio a fin. La convirtió en una vorágine de viento que succionó y succionó por su ojo derecho y la redujo a la más absoluta nada. Para el público, muchos habrían visto que Datsue recibía la técnica y ni se inmutaba. La mejor técnica de un kusajin, no haciendo ni cosquillas a un uzujin. Ese era el mensaje. Eso era lo que Datsue había venido a transmitir.
Pero sabía que no todos lo iban a pillar al vuelo.
—¿¡ERA ESO?! —Daigo, y solo Daigo, pudo ver que el ojo derecho de Datsue reflejaba un trébol de cuatro hojas que lloraba una lágrima de sangre—. ¡¡¡NI LO HE SENTIDO!!!
Daigo, que había saltado hacia él, ahora veía cómo el efecto de la gravedad le llevaba, efectivamente, hacia el Uchiha. Datsue se hizo a un lado para recibirle por un costado y no de frente.
—¡¡¡KINTUSGI!!!
Y, entonces, justo antes de que su rival apoyase los pies en el suelo, extendió una mano con una esfera color turquesa en la palma, estampándola contra sus costillas, su espalda, o lo que fuese que encontrase primero. En diagonal, de abajo arriba, con un grado de inclinación y dirección muy preciso.
—¡¡¡AHÍ LO TIENES!!!
¡¡¡BAAAAAMMMMMMMMM!!!
Si el plan le salía bien, Daigo se vería catapultado por el Rasengan , pasaría justo al lado del muro de tierra, seguiría volando dando vueltas sobre sí mismo por el efecto remolino de la técnica, pasando por encima de la barandilla metálica, y caería sobre el público, muy cerquita de Kintsugi. Si el plan le salía muy bien, caería a los pies de la Morikage. Si la suerte estaba con él como el jugador de rol cuando saca un triple diez…
Oh, bueno. Entonces Daigo caería en la jodida cara de porcelana barata que se llevaba su máxima mandataria. La misma que le había criminalizado —a Ayame y él— por un crimen que había cometido uno de los suyos.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado